En Miss Peregrine y los niños peculiares conocemos a Jacob, un adolescente de 16 años solitario e imaginativo, que sigue unas pistas que lo llevan a una isla misteriosa, en donde encuentra las ruinas de una antigua escuela para niños que poseen poderes increíbles.
Tim Burton narra esta fábula fílmica, con la pericia y buen gusto que lo caracterizan. La atmósfera gótica de los escenarios, los colores estridentes de la fotografía, la música de misterio, y los personajes tristes, bizarros pero cautivantes son el sello de autor que resulta inconfundible.
La historia, basada en una popular novela, parece escrita para el director, ya que todo encaja con su mundo creativo tantas veces plasmado en la pantalla de plata. Eva Green, misteriosa, carismática, irresistible, se luce como Miss Peregrine, y el director aprovecha para regalarnos primeros planos de su rostro tallado a la perfección. Los niños protagonistas, se mueven con soltura, lucen creíbles y queribles conformando una menuda banda de freaks.
Los amantes de Tim Burton adorarán esta película, y a aquellos no iniciados que se enfrenten a su cine por primera vez, se encontrarán con un cuento de hadas y demonios tan original como atractivo, surgido de la mente de un creador único.