Música, agua, ¡Disney!
Moana es la última película del estudio de animación de Disney, la cual trata la historia de una joven hawaiana llamada Moana, quien se embarca en una gran aventura marina para salvar al mundo de la oscuridad. La amenaza es letal y Moana sabe que solo un corazón valiente y atrevido podrá lograr cumplir esta misión.
El film lamentablemente repite formulas ya demasiado vistas en este tipo de películas, el padre sobreprotector y la joven entusiasta con hambre de aventuras, son sólo algunas de estas. En algunas ocasiones estas tipologías se desarrollan con mejor eficacia que otras, pero cuando son mal utilizados no podemos evitar caer en el aburrimiento, sobretodo cuando los clichés no sólo invaden a los personajes sino a los giros de la trama. El film tiene un par de ideas interesantes, como el ejército de piratas coco, o el cangrejo gigante, pero por ejemplo, se alardea de los grandes monstruos marinos que hay en el océano y sólo los vemos cuando llegamos a un lugar específico, lo cual es un tanto decepcionante y contrasta con las buenas ideas del guion.
El argumento en algunos momentos se torna insostenible. ¿Por qué Moana necesita convencer a Maui de algo que puede hacer perfectamente sola?, este es un claro ejemplo de un guionista vago a la hora de tomar decisiones, y que hace que las cosas se desarrollen “porque sí”, lo cual es muy molesto para el espectador.
El argumento en algunos momentos se torna insostenible
Sin embargo, no todo es malo en esta película, seamos sinceros. El film es artísticamente muy bello, con un gran nivel de animación, y logra mantenerse entretenido y divertido a lo largo de sus 107 minutos. Es una gran fiesta musical, y a mi parecer hicieron falta incluso más canciones.
Si van a ver este film, les prometo que van a divertirse mucho, pero recuerden, artísticamente es bello y argumentalmente tiene fallos, así que, dependiendo de que tan quisquillosos sean, la van a disfrutar.