El pecado de la limitación
En Moisés y los diez mandamientos (2017) se narra la vida de Moisés (Guillherme Winte), el hijo adoptado del faraón de Egipto, centrándose en su renuncia a los lujos de la clase alta para seguir los pedidos de Dios en la tierra y así liberar al pueblo judío. La película fue armada con distintas escenas de las dos temporadas de la novela de la serie de televisión y los momentos mas impactantes de la historia del profeta.
En este preámbulo es donde cae parte de la narrativa del film: al contar cada aspecto de su vida -niñez, adultez, su enamoramiento y hasta el momento que se rebela- la película acusa un ritmo lento y poco entretenido. La consistencia de Moisés y su transformación se pierde en una película de un largo desarrollo pero con pocas emociones. La adaptación libre del texto bíblico a cargo de Vivian De Oliveira no desarrolla de manera fluida el relato de Moisés, ni trata de una manera menos superficial los problemas internos que acarrean al personaje.
En cuanto a la dirección de Alexandre Avancini y las actuaciones, Moisés y los diez mandamientos siguen la línea televisiva más que la cinematográfica, con interpretaciones demasiado exageradas, primeros planos para generar emoción en el espectador y diálogos incoherentes con el contexto en el cual se desarrollan. Aunque compartan muchos puntos sensibles, no es lo mismo recrear una historia para la televisión en su construcción narrativa como también así en los diálogos, acciones y consecuencias de sus protagonistas.
Por otro lado, resulta contraproducente el abuso del slow motion, ya que pierde peso dramático su uso reiterativo con el fin de brindar a las escenas una emotividad superior. Los efectos especiales, el vestuario y la puesta en escena de Moisés es uno de los puntos más altos de esta producción brasileña. Sin embargo, es inexplicable como utilizan, por ejemplo, una canción en inglés para representar una escena de amor, totalmente fuera de contexto y lugar.
Moisés y los diez mandamientos es una película enfocada para el nicho que siguió los capítulos en la televisión y quedó atrapada por esta historia, pero nada más. No aporta más a la caracterización de este regalo clásico bíblico, ni tampoco ofrece un panorama diferente a lo ya visto en la serie, limitándose a eso para no defraudar a sus fanáticos.