Moisés y los diez mandamientos: La película

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Un rejunte promocional disfrazado de película.

Que la televisión se encuentra en una época de oro no se puede negar. Tampoco se puede negar que una gran parte de ese oro se debe a que la gran mayoría de las producciones cuentan con una calidad cinematográfica que se puede proyectar en cualquier sala.

Ahora, falta reconocer que una cosa es una serie con calidad cinematográfica y otra muy diferente una telenovela, que por más calidad cinematográfica que tenga, es y será lo que su nombre la define: una novela para la televisión. Moisés y los Diez Mandamientos no consigue despegarse de este estigma y su proyección cinematográfica no consigue más que agrandar y hacer inconfundibles las exageraciones que podrían haber pasado desapercibidas en la pantalla chica.

Previamente en….:
La historia de Moisés y los Diez Mandamientos es la que ya todos conocen de múltiples versiones cinematográficas o de la misma biblia, así que es medio en vano repetirla. El hecho concreto es que estamos ante un resumen de dos horas de los cientos de capítulos televisivos de una novela que es un éxito. Lamentablemente este resumen, entre sus cortes abruptos y su carencia de lógica, ponen en evidencia sus claros orígenes telenovelescos, donde las exageraciones, las reiteraciones, los diálogos sobreexplicados, y los golpes bajos están a la orden del día. Este intento de dar una coherencia universal, no hace más que mostar el principal error de la mayoría de las telenovelas que es su cortoplacismo narrativo; resuelven las cosas del momento sin pensar en el futuro, y el resultado es que cuando se hacen estos resúmenes se pone en evidencia su falencia narrativa como un todo.

Esto hace que salte a la vista que sea un producto para los seguidores de la serie, pero con una función de prensa repleta y una salida comercial en salas descomunal, demuestra que tienen la esperanza de que los que no siguen la serie lo hagan. Esto cuece la pregunta de ¿Para que se molestarían en pagar una entrada para ver un rejunte de una serie que durante un año pudieron ver gratis en la comodidad de su hogar? ¿Por qué pensarían que a los espectadores que no convencieron televisivamente, van a tener mejor suerte de convencerlos presentando el mismo producto en una pantalla de cine? En realidad, lectores, lo que parece ser un gran despropósito, en realidad tiene un motivo muy lógico: calentar los motores para una secuela (que cuenta la historia de Josué), recién llegada a las pantallas argentinas.

En materia técnica, decir que su fotografía es muy televisiva sería incurrir en una redundancia, pero hay una cuidada dirección de arte y vestuario atenta al detalle. No obstante, el único momento donde consiguieron que me callara la boca fue en la secuencia de la partición del Mar Rojo.

Por el costado actoral, no me voy a meter con los intérpretes. Ellos construyeron una performance para la televisión y sería injusto analizarla con estándares cinematográficos, puesto que son sólo víctimas de este rejunte.

Conclusión:
Moisés y los Diez Mandamientos es un “previamente en…” de dos horas para tener al día a sus seguidores y ver si pueden sumar más adeptos para su secuela. Que una telenovela tenga calidad cinematográfica no siempre significa que el cine sea el mejor lugar donde mostrarla.