La quinta película de Xavier Dolan, un realizador canadiense de solo 26 años, que deslumbra con su cine y, habitué del festival de Cannes, fue ganador junto con Godard del premio del jurado con este film. Para quienes lo van a conocer por esta película, se encontrarán con una intensidad muy poco común en la relación de una madre, que sobrevive como puede, y un hijo que estuvo internado varias veces porque padece un trastorno psicológico que tuvo consecuencias trágicas. A ellos se une una vecina con problemas psicológicos que termina de completar un triángulo donde ese chico desbordado experimenta una contención que, sin embargo, no alcanza. Él es como un símbolo desbocado de la libertad y ellas, mujeres que disimulan hasta que la angustia las ahoga.