La guerra ecuatoriano-peruana, a principios de la década del cuarenta, es foco de esta película que se desarrolla en plena selva, la que acoge el calvario de los soldados jóvenes tomados prisioneros y víctimas de enfermedades. Allí está Jorge, un muchacho de clase media acomodada criado por un padre severo, convencido de que la experiencia militar lo hará hombre y fuerte. El director Alfredo León León filma con corrección este episodio de guerra, partiendo de la intimidad de su protagonista y hablando, a través de ella, de cuestiones de la masculinidad, la valentía y las consecuencias físicas de un conflicto armado entre hombres con malaria rodeados de monos. En ese sentido es un film valioso, aunque poco entretenido para sus 85 minutos de duración.