Cuando Sarah conoce a Víctor, en 1971, no sabe que su vida en común se extenderá a lo largo de 45 años, una relación llena de pasión, secretos, penas y sorpresas. Él es un escritor exitoso que conoce a quien será su mujer a través de su interés común por la literatura. Su romance tendrá una serie de tropiezos y, con el tiempo, también engaños que, no obstante, no lograrán que esa pareja se desarme.
Cuando Víctor muere, después de una larga enfermedad, Sarah acepta relatar su pasado a un periodista. Así se va descorriendo un extraño velo en el que todo lo vivido por la pareja se convierte en un evocador entramado, que tiene como hechos salientes el nacimiento de un hijo discapacitado y, luego, de una niña, mientras que las vidas cruzadas por el matrimonio, con el paso de los años, se entrelazan en un laberinto del que, para ambos, es muy difícil de abandonar.
Del diálogo con el periodista surgirán rencores producto de tantos secretos y silencios que tanto Sarah como Víctor intentaron dejar de lado y que cobran otra intensidad en el recuerdo, entre el relato y la sesión de terapia. El director Nicolas Bedos, que además interpreta con enorme calidad el personaje de Víctor, logró un film cálido y duro que refleja dos vidas sumidas en el desamparo. Dora Tillier, como Sarah, supo también salir airosa de su papel en esta trama que habla de desventuras, pero también de los más íntimos sentimientos de sus protagonistas.