Tal vez exista en algún lugar del mundo algún grupo de fans del director Paul W. Anderson pero nunca llegué a conocerlos.
Por lo general la gran mayoría de la gente detesta sus películas y no despiertan demasiada expectativa, debido a que tienden a ofrecer espectáculos mediocres.
Hizo un trabajo decente con la primera Mortal Kombat y Event Horizon y el resto fue para el olvido. Junto a su esposa Milla Jovovich, con quien desarrolló el cuento de la buena pipa de Resident Evil, ahora presenta esta adaptación del video juego de Capcom.
Una franquicia que se mantuvo vigente con ventas moderadas desde el 2004.
Pese a que los antecedentes del cineasta no son prometedores, en Monster Hunter sorprende con un film más cuidado de lo esperado en los aspectos visuales. La verdad que todos los diseños de los bichos y su representación está muy bien trabajada y se nota que hicieron al menos un esfuerzo en el campo de los efectos visuales.
Cuando los monstruos aparecen tienen una presencia destacada y muy especialmente en el primer acto las secuencias de acción quedaron bastante prolijas para tratarse de una película de Anderson.
Lamentablemente no hay mucho más para destacar, ya que el director no hace nada por explorar con alguna idea creativa el mundo de fantasía que presenta.
Su labor se limita a reemplazar los zombies por bichos gigantes y después es lo mismo que el cine que proponía Resident Evil.
En este caso roba elementos de Tremors, Starship Troopers y Alien, mientras que Milla Jovovich interpreta a la misma heroína imbatible de siempre.
Un aspecto imperdonable de esta película es el modo criminal en que el director desperdicia a Tony Jaa, uno de los mejores artistas marciales de las últimas décadas. Más allá de sus habilidades físicas, Jaa es un tipo muy creativo a la hora de crear secuencias de acción atractivas que no todos los dobles de riesgo pueden ejecutar.
Da mucha tristeza verlo atado de manos por un realizador inepto que no sabe aprovechar su presencia y encima arruina los pocos momentos donde se podía haber lucido, con numerosos cortes de edición en las escenas de acción.
Alguien que nunca vio una película de Tony Jaa jamás se enteraría por Monster Hunter que el tipo es una leyenda del género de artes marciales.
Dentro del reparto Ron Pearlman, con una caracterización ridícula, también aparece en un rol limitado y su labor termina siendo intrascendente.
La película plantea construir una nueva franquicia que difícilmente se concrete, ya que esta primera entrega no despierta ningún interes por volver a encontrar estos personajes en otra aventura.
Si sirve de consuelo al menos es un poco más llevadera que Bloodshot, con Vin Diesel, que se padecía más en la butaca del cine.
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