Monstruo grande y pisa fuerte.
Monster hunter: la cacería comienza es una película escrita y dirigida por Paul W. S. Anderson, que mezcla ciencia ficción con fantasía para contar otra historia repleta de acción protagonizada por su actriz fetiche Mlilla Jovovich. Acompañada de Tony Jaa, Diego Boneta, T.I., Megan God y Ron Pearlman, entre otros.
Basado en el videojuego de Kaname Fujioka, cuenta la historia de la Capitana Artemis (Jovovich), quien es trasladada junto con su escuadrón a un nuevo mundo, habitado por una gran diversidad de monstruos aterradores, a los que tienen que combatir para sobrevivir y encontrar la forma de volver a nuestra realidad. Y para ello son ayudados por Hunter (Jaa), un cazador experimentado en la lucha contra estas criaturas, combinando sus habilidades en una confrontación final.
Lo primero que vale destacar de esta película es que tanto su argumento como su propuesta estética corresponden al cine de clase “B”. Aunque en la filmografía de su director, la artesanía de sus efectos especiales es reemplazada por el CGI, como puede verse claramente en Mortal Kombat (1995), también adaptada de un videojuego. Lo que marca una clara diferencia con los clásicos del género, al mostrar durante más tiempo y con más detalle a los monstruos aprovechando que resultan más verosímiles.
Un párrafo aparte merece la banda sonora, a cargo de Paul Haslinger, quien hace una fusión entre las melodías propias de película de ciencia ficción de bajo presupuesto, que recuerda a la obra musical de John Carpenter y del género épico fantástico. Utilizando así de manera inteligente este recurso narrativo sin necesidad de apelar a explicaciones anticlimáticas.
En conclusión, Monster Hunter: la cacería comienza, es una película que funciona porque el entrenamiento se impone por sobre la verosimilitud de la trama. Manteniendo su estética de cine clase “B”, y posicionando una vez más a Milla Jovovich como una de las heroínas del cine de acción más importante de su generación.