Tentáculos, camiones, velocidad y mensaje ecológico con fuerte carga didáctica. ¿Suena a cóctel imposible? Lo es, pero aún así hay que decir que esta película para toda la famlia, que mezcla actores con imágenes generadas, logra entretener a partir de su premisa disparatada, imaginar lo que hubiera pasado si unas criaturas más o menos simpáticas de otro mundo operaran enormes camiones. En el centro de su historia está Tripp, un chico que quiere irse del pueblo y construye un camión con piezas de chatarra al que adora como a un amigo. Pero unos codiciosos empresarios petroleros, con Rob Lowe a la cabeza, sufren un accidente en una perforación y de allí surge una criatura que se convertirá en su amigo impensado, una especie de pulpo baboso y tentacular, desagradable pero inofensivo y bondadoso. Con buenos actores y buen ritmo, los chicos se van a divertir, y los grandes, bueno, no tendrán muchos motivos para quejarse.