Liberen a Creech
Muchacho rubio quiere salvar a criatura marina que petroleros desean exterminar. ¿Les suena?
El mundo del cine infantil no está dividido en película de animación y/o con actores. Los efectos visuales han ganado tanto terreno que deberíamos decir que existe un cine con efectos que puede ser animado o con actores.
Una combinación de ambos es Monster Trucks, como también es una cruza entre E.T. el extraterrestre y Herbie, a toda marcha, y hasta Liberen a Willy. Pero claro que hasta la del autito con Lindsay Lohan es mejor que la película que se estrena esta semana.
Hay un rubio que quiere irse de su pueblo, que está monopolizado por una petrolera. No se banca al novio de su mamá, su papá no vive con ellos y trabaja para la petrolera, que por supuesto es manejada por gente mala que sólo quiere sacar provecho, y que cuando “despiertan” allí abajo a tres criaturas marinas, que salen al exterior, querrá atraparlas, exterminarlas y que nadie se entere.
Pero Tripp (Lucas Till, el nuevo MacGyver, y no es chiste) termina haciéndose amigo de Creech, como denomina a este cefalópodo de estómago sensible, que se alimenta de petróleo (cuando le dan nafta de un surtidor se vuelve desquiciado, claro, por los aditivos).
La cuestión es que Creech se mete entre los fierros de una vieja camioneta de Tripp y le genera potencia. Tanta, como para escapar de los malos. Hablábamos de E.T. (jóvenes tratan de salvar a especie desconocida y devolverla a su hábitat), Herbie (el auto, aquí camioneta, que parece tener vida propia) y Liberen a Willy (ver E.T.).
Dirigida por Chris Wedge (La Era de hielo), del elenco, sacando de lado a los jóvenes (increíble como Jane Levy era una actriz en No respires, y aquí... hace de novia), cuenta con Rob Lowe (el malo), Frank Whaley (el padre), Barry Pepper (el sheriff y novio de la madre), Amy Ryan (la mamá) y hasta a Danny Glover en silla de ruedas.
Pero esto para los chicos no significa nada, y como están en la pantalla, para los adultos, tampoco.