Monsters University: Pixar vuelve a dar clases
Después de los tragos amargos que fueron Cars 2 (2011) y Brave (2012), es fácil ponerse en la posición de “Disney arruinó a Pixar”, pero entonces ese punto de vista es discutible si analizamos lo que significó Toy Story 3, para muchos la mejor película de Pixar, inclusive luego de la unión de ambos estudios (2006).
Se alega que la ‘falta de creatividad’ es lo que estaba marcando el nuevo camino de la ex compañía de Steve Jobs y sobre ese punto, uno puede ceder ante las críticas, dado que Monsters University es una precuela de Monster Inc. (2001). Doce años después de conocer a Mike Wazowski (Billy Crystal) y James “Sulley” Sullivan (John Goodman), ambos estudios se deciden por volver en el tiempo para contar cómo fue que el duo forjó su amistad.
Mike, de mounstrito, tan pequeño como adorable, se promete a sí mismo que algún día asistirá a Monsters University para convertirse en un gran asustador. Su perseverancia de adolescente lo lleva hasta la universidad, donde conoce a un famoso por apellido, engreído y vago Sullivan, que al parecer tiene todos los requisitos para convertirse en un gran asustador a diferencia de Mike. Pero este, impulsado por su sueño y para demostrarle al mundo que su destino no es previsible, hará hasta lo imposible.
A pesar de las grandes diferencias entre Mike y Sullivan, como Woody y Buzz (Toy Story), ambos emprenden un camino en el que aprenden de sí mismos, a través de lo que significa forjar una amistad, dejando sus diferencias de lado. Las cosas no salen como ellos y el espectador esperan, pero recorrer el camino valió la pena.
Así como Mike tuvo que aprender que en algunos casos lo importante es el cómo y no el qué, Disney/Pixar nos enseñan lo mismo. Todo lo que vemos en MU no es nada que no conozcamos, a excepción de algunos nuevos personajes, que son tan divertidos como nuestros protagonistas. La historia es una mezcla de Harry Potter, con películas típicas norteamericanas de ‘college’ que relatan el proceso de ser diferente y marcar la diferencia en plena adolescencia.
Entonces ¿por qué el cómo se vuelve relevante? Porque la historia está contada solo como Pixar sabe y no como lo haría Disney, que apelaría desde la historia al lado más sensible del espectador con muchos golpes bajos. La historia se mueve con demasiada gracia y liviandad como para darse cuenta de los 100 minutos que dura la película.
Y como a mis trece años, Mike, Sulley y compañía logran sacar carcajadas como si la edad y la experiencia que acompaña no funcionaran como filtros. Ya hemos visto lo que Monster University tiene para mostrar, pero la naturaleza de estos personajes de Pixar hacen que no importe cuántas figuritas repetidas estemos viendo. Solo desearía que Monsters University hubiese llegado antes que Monsters Inc. y entonces poder evitar la crítica en cuanto a la creatividad de la historia y focalizarnos en la construcción de sus personajes y su universo tan único que hicieron poner en un peldaño bien alto a Pixar, hace doce años.
Definitivamente Monsters University es un gran comienzo para Dan Scanlon como director, aunque no es seguro de que su película sea la favorita por encima de los anteriores títulos de Pixar, que sigue innovando y mejorando la calidad de animación, aún cuando el 3D sigue sin ser el fuerte (le recomiendo ver en 2D y en lo posible, en su idioma original).
Párrafo aparte para el bellísimo corto Azu-Lado (The Blue Umbrella), una historia tan simple como magnifica. Un flirteo entre dos paraguas nace y se mueve al compas de la lluvia. Nadie mejor que Pixar podría haber retratado de forma tan única el romance del simple hecho de caminar bajo la lluvia y dejarse llevar.