(anexo de crítica)
Hace algunos años los estudios Pixar y sus socios de Disney generaron, a mí modesto entender, una de las mejores películas de todos los tiempos, “Monsters Inc” (USA,2001). Con un planteo simple, original, divertido y fresco, además de contar con una serie de personajes inolvidables como Mike y Sully (que han permanecido vigentes en el imaginario popular y que generaciones que se incorporan al mundo del cine han sabido aquerenciar), hicieron historia.
Con el recuerdo vívido de esta increíble cinta ver “Monster University” (USA, 2013) de Dan Scanlon, es un tanto problemático, principalmente por que la vuelta de tuerca de ubicar a los personajes en un campus universitario funciona pero de manera acotada.
La incorporación de nuevos personajes hace que la película adquiera cierta distancia de su predecesora (por cierto “ART” es lo mejor de todos los nuevos dibujos del filme) ya que el recurso de las puertas de las habitaciones de los niños y el generador de energía a través de los gritos de susto ya está trillado.
En “Monsters…” conoceremos la instancia en la que Mike y Sully se encuentran por primera vez y curiosamente son enemigos que luego deberán trabajar juntos en una olimpíada de sustos para poder mantener su lugar en la Universidad.
La buddy movie de la primera entrega deja su lugar a la school movie, con todos sus clichés y motores narrativos (reconociendo fragmentos que bien podrían haber estado en la saga de “Harry Potter”, “High School Musical” ó “Pitch Perfect”-las perdedoras que intentan triunfar en una competencia-) y si bien tiene algunos gags muy efectivos, en otros la sonrisa apenas se asoma.
Idealmente para un público infantil que no esté fanatizado con la primera entrega y que se identifique con la búsqueda de reconocimiento y popularidad de los más vulnerables, destaca su mensaje cual moraleja de fábula “lo importante no es ser temible para un monstruo, sino ser aceptable”.