Morbius: hincarle los dientes al cringe
Jared Leto y su mala elección de personajes basados en comics
La caterva de héroes y heroínas del mundo de los comics es mínima al lado de sus enemigos, enemigas y sus puntos intermedios. En tiempos donde todo se adapta se empieza a escarbar en los pasajes más oscuros y desde allí aparece Morbius, el vampiro.
¿De qué va?
Uno de los personajes más convincentes y conflictivos de Marvel llega a la pantalla grande, el ganador del Oscar® Jared Leto se transforma en el enigmático antihéroe Michael Morbius. Peligrosamente enfermo con un trastorno sanguíneo raro, y decidido a salvar a otros que sufren su mismo destino, el Dr. Morbius intenta una apuesta desesperada. Lo que al principio parece ser un éxito radical pronto se revela como un remedio potencialmente peor que la enfermedad.
Daniel Espinosa es un director sueco sin muchas películas en su haber. En 2012 dirigió Safe House, esa con Ryan Reynolds y Denzel Washington que tenía algunas escenas de acción copadas y cero historia. Bueno, volvió fiel a su estilo pero sin las escenas de acción copadas.
Morbius es un personaje reconocible de la factoría de Marvel, precisamente del universo de Spider-Man. Los y las fanáticas lo pueden tener de la serie animada del arácnido (esa de los 90s) o de algunas sagas comiqueras. El personaje es una mezcla de Drácula y Lizard: un doctor con una enfermedad sanguínea hace un experimento con murciélagos para curar su condición y se termina transformando en una suerte de vampiro.
Dentro del canon actual del MCU es un personaje que queda un poco fuera de tono. Sobre todo teniendo en cuenta que no se presentó a Blade aún. PEEEEEEEEERO ¿dónde está la trampa?, esta película está en el mismo universo de Venom, diferente al del Spidey de Tom Holland. Eso permite más libertad, y estrellarla toda… como le gusta hacer a Sony.
Jared Leto es el protagonista, le gusta estar sin remera para mostrar como trabajó su cuerpo como cada película que hace. Si alguien tiene que decir QUIEN es el personaje sólo diría: es inteligente. Pero no tanto como para cubrir sus huellas.
Matt Smith (Doctor Who) es Milo, el antagonista. Hace poco dijo en un medio de USA:
“La verdad es que no conocía la gran historia del personaje en muchos aspectos. Porque el guion que me presentaron no profundiza en su pasado, ni tampoco en su futuro. ¿Y no es otra persona la que lo interpreta? Todo es un poco confuso para mí, para ser sincero. Tomé como Biblia solamente el guion en sí, es la verdad. Y todo era un poco confuso sobre si era Loxias [Crown] o no. Todavía no estoy muy seguro, para ser honesto”
Y esa confusión rodea todo el relato.
Morbius también es una historia de amor, pero ese arco es RARÍSIMO y su final no tiene mucho sentido. Igual Adria Arjona (que interpreta a Martine Bancroft) le intenta poner algo de carisma a un personaje chato.
Uno puede disfrutar de una buena película no-brainer, el cine nació como un artificio de feria, y es tanto arte como entretenimiento. Podemos ir a ver Transformers y maravillarnos con los efectos visuales mientras masticamos pochoclo (no sean malxs y mastiquen bajito), el problema es cuando nada funciona.
El guion no tiene sorpresas y todo es bastante arbitrario, los diálogos parecen sacados de una serie de Adrián Suar, y las peleas NO SE ENTIENDEN NADA. Cuando los poderes del protagonista se activan, dejan una suerte de estela al utilizarlos, esa estela ensucia el plano y lo hace ilegible. Imaginen que sucede si tenemos a dos personajes con esos poderes…
Jared Leto viene de capa caída en su decisión de personajes: entre lo que fue su versión del Joker y la sobreactuación en House of Gucci (que le valió un premio Razzie por su mal desempeño), parece no estar en buena racha.
¿Hay conexiones con el MCU? Les diría que esperen al final y vean VARIAS escenas que nada tienen que ver con el desarrollo de la película, pero buscan indagar un poco más en este sonyverse.