Los documentalistas Vilma Molina y Ernesto Ardito cuentan con una amplia trayectoria que abarca desde temáticas sociales hasta documentales sobre personalidades del arte que también influenciaron cambios sociales como Raymundo Gleyzer y Alejandra Pizarnik.
Visto desde ese ángulo, esta nueva incursión en el género para abordar ahora una cuestión histórica pero centrada en una figura no resulta llamativa, más bien lógica; hablamos de Mariano Moreno, un prócer del que aparentemente muy poco se conoce quién fue realmente, ya que alrededor de lo que muestra la historia oficial existen ocultamientos o directamente falsedades.
Hace aproximadamente dos meses, la TV Pública emitía en su pantalla una de las mejores miniseries del año y en general del proyecto financiado por la Televisión Digital Abierta, hablamos de Las huellas del secretario, en la cual a la manera de una aventura patria, un profesor de historia en el secundario y una restauradora de arte descubrían toda una trama oculta de logias dispuestas a esconder el verdadero Plan revolucionario de operaciones escrito por Mariano Moreno y del cual se perdieron todos los originales desconociéndose su texto real.
Para los fanáticos del programa, entre los que este cronista se incluye, que tendrá 2da temporada el año entrante; este documental es el complemento ideal; hablamos de la misma temática de fondo, el desaparecido Plan revolucionario de operaciones.
No vamos a contar mucho sobre la historia que revela (palabra exacta) este documental, Mariano Moreno fue uno de los ideólogos de la Revolución de mayo de 1810 – su estreno en estas fechas es oportuno y necesario de ser visto – pero las ideas que él traía de la Revolución francesa no son exactamente las que luego se llevaron a cabo, un halo conservador quiso que las cosas se desarrollaran de otra manera para nuestro país; Moreno fue misteriosamente envenenado durante una misión diplomática y a partir de ahí su figura pasó al incógnito, sus textos, sus palabras rara vez se conocieron, ¿por qué? ¿qué es lo que dice?... eso lo van a tener que descubrir viendo la película.
Si bien hablamos de un hecho histórico que se trató de ocultar, hoy una corriente revisionista sacó varias cosas a la luz, por lo cual cualquiera que investigue puede tener un mínimo de conocimiento. Aún así, es importante que no adelantemos nada de lo que sucede en el film, y es que Molina y Ardito se encargan magistralmente de manejar todo como si fuese una obra maestra de suspenso.
Al igual que sucedía con la miniserie (que si no la vieron pueden encontrar todos sus capítulos por internet), acá no hay personajes de ficción en medio de un argumento de espionaje, pero igualmente se maneja como un thriller atrapante, y es que la historia real da para esto, descubrir el engaño al que fuimos sometidos durante muchísimos años sorprende como la mejor de las ficciones.
Los hechos son contados desde diferentes ángulos, las palabras del propio Moreno, unas cartas que le escribió su esposa, testimonios de descendientes y herederos, y obligadamente la fundamentación de historiadores.
A la riqueza de las palabras, las imágenes también suman a la intriga, no estamos frente a un documental convencional, Moreno es un verdadero hecho artístico, la fotografía, los ángulos, el correcto uso de diferentes lentes, luces y sombras, todo produce una maravilla hipnótica que subyaga a la vez que nos mete más en el misterio, nada es demasiado claro.
El género documental está pasando por una de sus mejores etapas creativas, lo vienen demostrando títulos estrenados en los últimos meses y algunos venideros, Moreno es una prueba más que exacta de esto; ojalá una mayor convocatoria de salas y público acompañara. De momento, celebremos con lo que tenemos en mano, un puñado de documentales excelentes.