Cole Young es un peleador de luchas clandestinas que se dedica a participar en combates amañados. Luego de recibir otra paliza, es atacado por un misterioso ser congelante llamado Sub Zero. De golpe Cole se ve involucrado entre una milenaria batalla entre la Tierra y el Mundo Exterior, y el destino del planeta recae sobre sus hombros.
Luego de años de rumores y espera, finalmente los fans del mítico juego creado en un inicio por Midway, tenemos la adaptación fímica de Mortal Kombat, que como no podía ser de otra forma, llega con polémica, así que comencemos con la review.
Y tenemos que arrancar con el elefante en la habitación, con el mayor problema de esta película, ya sean fans o no de los juegos: el protagonista inventado para este proyecto y del que nunca supimos de su existencia en toda la saga. Cole se siente como el típico personaje plano que solo está puesto en pantalla, para hacer las veces del espectador, entrando en un universo que desconoce y llevándonos de la mano a medida que le explican todo lo que sucede. Algo que se siente bastante innecesario, siendo que la mayoría de los personajes humanos y que luchan por el bando de los buenos, pasan por esa situación al inicio de sus historias en el Mortal Kombat.
Pero sacando eso, el film cumple. Se nota que había gente detrás del proyecto que conocía o alguna vez jugó a la saga del fatality, así que las referencias van a estar a la orden del día; y si son seguidores de esta ya longeva franquicia como quien les escribe, van a estar como el meme de DiCaprio señalando a la pantalla casi en cada escena.
Eso sí, tampoco vayan esperando encontrar una revolución en el cine de acción. Mortal Kombat se sabe consciente de que es una adaptación de un videojuego donde la mayor gracia, es masacrar a nuestros rivales; así que la historia no busca ser realista, y apenas dan explicaciones para que todo tenga un mínimo de sentido. Aunque el hecho de porque los personajes tienen poderes, si se sienten un poco ridículos.
También vale aclarar, que, tampoco vamos a ver grandes actuaciones. Se nota que Hiroyuki Sanada es el mejor actor del elenco, y lo deja en evidencia con cada aparición; pero el resto hace lo que puede con personajes bastante planos, o inclusos ya cayendo en la caricatura como el pobre John Lawson con su Kano.
Mortal Kombat no es el desastre que la mayoría suponíamos que iba a ser, aunque paga bastante caro la gratuita decisión de su protagonista. De todas formas y sin proponer mucho, se pone en el reducido grupo de las buenas adaptaciones de videojuegos.