El héroe noir
Daniel Auteuil interpreta a un policía conflictuado, alcohólico y decaído, todo un antihéroe en este policial dirigido por Olivier Marchal (El muelle), que nos remite a los films noir franceses de la década del cincuenta.
Schneider (Daniel Auteuil) es un policía en decadencia que debe custodiar a una mujer que corre peligro tras la liberación de prisión del asesino de sus padres. A la vez, diferentes asesinatos similares entre sí, proponen la búsqueda de un sicótico homicida que sólo él podrá hallar.
Olivier Marchal es un confeso admirador de Michael Mann (Enemigos Públicos) y nos propone, como Mann, personajes cargados de matices ambiguas, en un mundo tan corrupto y desolador como claustrofóbico. Sus personajes deberán lidiar con él, tratando de sostener sus códigos morales en ese adverso universo.
Pero como buen director francés que es, Marchal –que antes de director de cine fue policía- narra con la iluminación expresiva de los films noir franceses de la década del cincuenta. Mediante los contraluces, claroscuros y sombras, nos describe la ambigüedad de sus personajes.
Denis Rouden es el director de fotografía -de excelente trabajo- que además de los personajes describe los escenarios densos y cerrados que la trama requería. La historia, escrita por el propio Marchal, propone suficiente consistencia en los conflictos previos de los protagonistas como para dejar de lado la acción y sumergirnos en la psicología de sus criaturas.
Recurso cinematográfico mediante, la película produce ese efecto devastador que tienen los personajes, quienes están cargados de un pasado repleto de tragedias. En tan “oscuro” cuadro de situación, el director hace oda a la esencia del trabajo policial, a través de Schneider, su representante en este universo noir.