Hacía mucho tiempo que no encontraba un policial que conjugara grandes actuaciones, escenarios interesantes, una trama atrapante y un ritmo que acompañara la intensidad de la historia: MR73 tiene todo eso.
Ambientado en la ciudad francesa de Marsella, el film nos presenta a Louis Schneider -Daniel Auteuil-, un agente que supo ser uno de los mejores en lo suyo, pero al que un hecho reciente (sobre el que nos iremos enterando a medida que transcurre la historia) lo ha llevado barranca abajo hasta convertirlo en un hombre alcohólico que roza lo patético. Sus problemas con la bebida obligan a sus superiores a alejarlo de la investigación que mantiene en curso, en donde se intenta encontrar a un violador y asesino serial. Pero, claro está, los hombres como él no son del tipo que acatan órdenes, y es así que se mantiene en el caso “desde afuera”, gracias a la relación que mantiene con quien era su compañero hasta la sanción.
Paralelamente está Justine -Olivia Bonamy-, una joven que se entera de que el hombre que asesinó a su padre y violó y mató a su madre cuando ella era tan solo una niña está por salir de prisión. Este criminal fue condenado a cadena perpetua por los hechos, pero está por cumplir 69 años, mantiene una conducta ejemplar y se ha acercado muchísimo a las creencias religiosas en los últimos tiempos hasta ser “reformado”, así es que califica perfectamente para una libertad condicional. La noticia sacude a Justine, que no tiene a quien acudir en busca de contención, y termina conectándose con Louis, el mismo que, cuando era un joven oficial, arrestó al responsable de estos crímenes.
Estas dos vidas se cruzan en momentos dispares para cada uno, pero ambas están atravesadas por la violencia más vil que pueda imaginarse. De más está decir que acompañan condimentos como: la corrupción policial, los negocios ilegales y los excesos, elementos que cualquier película del género debe tener.
Hay algo que tengo que mencionar respecto al director. Olivier Marchal ya me había sorprendido con El Muelle, fantástico largometraje que también tiene una temática policíaca, con lo que mis expectativas eran grandes. Por suerte, MR73 mantiene su impronta (aunque tal vez El Muelle me gustó un poco más).
De más está decir que Auteuil es un genio por donde se lo mire. Brilla haciendo comedia, y no deja de hacerlo cuando tiene que interpretar personajes dramáticos o violentos. Sin dudas, uno de los grandes actores contemporáneos.
MR73 es una gran opción para aquellos que, al igual que yo, disfrutan de estos thrillers que mantienen al espectador al filo del asiento. Evidentemente, habría que apostar más desde la Argentina al cine francés y menos al bombardeo que sacrifica calidad para colapsarnos con cantidad proveniente de Estados Unidos.