Por fin se estrenó este policial francés que se venia postergando desde hace meses.
Los seguidores del cine negro, ese llamado 'hard boiled', con detectives alcohólicos en busca de una ultima oportunidad de redimirse, asesinos muy jodidos, policías muy corruptos y mucha decadencia moral, seguro que disfrutan mucho la peli.
Los que buscan alguna buena vuelta de tuerca o una historia original van a salir un poco decepcionados.
Y ambos grupos van a salir encantados con la actuación de Daniel Auteuil, eso sin duda. El tipo le pone toda la actitud a su personaje, un policía honesto cuya vida se ha ido a pique desde un accidente que sufrió su familia. Las expresiones, el dolor, todo Auteuil lo transmite genial.
El resto es un correcto policial dividido en dos tramas que se toman su tiempo para unirse; por un lado la historia del cana siguiendo la pista de un asesino serial a pesar de todas las trabas que le pone la corrupción policial; por otro lado una joven que de niña presenció el asesinato de sus padres y ahora se entera que el asesino esta por salir con libertad condicional.
La película esta muy bien dirigida, con muchos tonos grises y ambientes oscuros para resaltar la falta de esperanza y la verdad que si no fuera por un guión tan predecible y cliché seguro hubiera sido un gran film. Pero se queda en solo uno bueno.