La hora de los altibajos
Basado en la novela de Marco Schwartz, El salmo de Kaplan y sumándole recuerdos de su abuelo que emigró desde Europa en tiempos del nazismo, el uruguayo Álvaro Brechner (Mal día para pescar) escribió y dirigió Mr. Kaplan, una agridulce comedia que aborda el tema del la vejez, el legado y la proximidad de la muerte.
El comienzo ubica a Jacobo Kaplan, un hombre de 76 años en una fiesta de casamiento, en una actitud que mezcla el patético y desesperado intento del protagonista por llamar la atención y la tristeza de un hombre que repasa a los 76 años que llega a la conclusión de que su existencia fue gris, sin nada para destacar. El anciano conecta este balance con el deseo-mandato de su padre, que en su Bat Mitzvá le dijo que su nombre le deparaba un destino excepcional. Ahora jubilado, con sus hijos que lo tratan como un niño y hasta privado del registro de conducir, Jacobo sabe que su vida no fue para nada notable. Sin embargo, de de manera fortuita se entera de la existencia de un alemán misterioso, dueño de un parador en la playa al que el anciano -influenciado por la historia de la captura en la Argentina de Adolf Eichmann- enseguida relaciona con los criminales nazis escondidos en Sudamérica. De ahí a planear la detención del alemán para su juzgamiento en Israel hay un paso y para cumplir con su plan, Jacobo va a contar con la colaboración de Wilson, un ex policía buenazo abandonado por su esposa, que pasa sus días tomando cerveza y jugando al setentoso flipper.
Con un objetivo claro que le asegura un lugar en la Historia, que sin lugar a dudas lo pone a la altura del mítico cazador de nazis Simon Wiesenthal, Jacobo empieza la pesquisa y el relato va mostrando sus progresos junto a Wilson, una improbable pareja de detectives, algo así como una buddy movie de personajes sin gloria en busca de una revancha tardía.
Sin dudas Mr. Kaplan tiene momentos interesantes y constituye una reflexión válida sobre la identidad, el sentido de una vida y la necesidad de trascender, pero en su ambición, la película va desde la comedia hasta el drama, pasando por el costumbrismo y hasta la sátira, dando como resultado un relato desflecado, con demasiados altibajos.