Una frase que se repite
Muere, Monstruo, Muere (2018) es una película de terror fantástico dirigida y escrita por Alejandro Fadel (Los Salvajes). Coproducida entre Francia, Chile y Argentina, el reparto incluye a Víctor López, Esteban Bigliardi (El Futuro Que Viene, Familia Sumergida), Romina Iniesta, Tania Casciani, Jorge Prado, Sofía Palomino, Francisco Carrasco y Stéphane Rideau. Filmado en la provincia de Mendoza, el filme fue seleccionado para participar en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.
Por la zona de los Andes nevados, varias mujeres aparecen decapitadas. Todo apunta a que el culpable es David (Esteban Bigliardi), esposo de Francisca (Tania Casciani), por lo que éste es enviado a un hospital psiquiátrico. Sin comunicarse demasiado, David tiene algo en claro: en su cabeza se repite una y otra vez, con una voz tenebrosa, la frase “Muere, Monstruo, Muere”. Cruz (Víctor López), oficial de la policía rural y amante de Francisca, tratará de resolver el caso pero pronto se dará cuenta que lo que está sucediendo es más oscuro de lo que se aparentaba.
Sin un ápice de ritmo y con una flojísima construcción de personajes, Muere, Monstruo, Muere es una experiencia casi insufrible dentro del cine, una que pone a prueba la paciencia del espectador y en reiteradas ocasiones lo hace dudar sobre si no es más productivo retirarse de la sala que quedarse a ver algo que en ningún momento genera interés ya sea por las actuaciones, el guión o la manera de hablar utilizada. La película se torna indescifrable en varias ocasiones, mezclando motociclistas de montaña, movimientos extraños con las manos y una frase reiterativa que más que aportar algo significativo a la trama, resulta un sinsentido.
Desde el aspecto técnico, el filme cuenta con un buen contraste de oscuros e iluminación. Se logra crear una atmósfera en la que se sabe que algo maligno acecha el lugar, a la vez que las cabezas de las mujeres decapitadas lucen extremadamente reales. No obstante la cinta nunca logra generar miedo. Por el contrario, lo único que consigue es ser demasiado desagradable y asquerosa. Una vez que el monstruo del título aparece en pantalla, su aspecto grotesco no aporta nada nuevo ya que, a pesar de que puede llegar a impresionar (en especial por el diseño de su cabeza y cola), nos recuerda de inmediato a las criaturas creadas por Guillermo del Toro.
Muere, Monstruo, Muere falla en lo primordial que tiene que tener una película para enganchar al espectador: el contenido. Con un mejor guión quizás se hubiese podido construir una trama misteriosa sobre un monstruo mata humanos, no obstante el resultado de esta producción deja muchísimo que desear; además, sus múltiples horribles escenas hacen que la cinta no pueda ser recomendada casi a nadie.