Se desarrolla en un ambiente rural con un paisaje montañoso, la primera escena resulta impactante; animales manchados de sangre y una mujer decapitada. Por lo tanto comienza la investigación Cruz (Victor López), un oficial de la policía rural, se hace cargo de la investigación y uno de los sospechosos es David (Esteban Bigliardi), quien tiene una relación con Francisca (Tania Casciani), ella también tiene un amorío con el policía Cruz, se va tejiendo un triángulo amoroso pero todo se torna más confuso cuando esta aparece muerta y otras mujeres también y la misión termina siendo encontrar a este asesino serial.
Comienza a aparecer una trama más asfixiante, va creciendo el misterio, con símbolos sexuales, algo sobrenatural acecha a los personajes, va girando hacia un terror psicológico, donde el espectador comienza a tomar más atención, hasta llega a incomodar, con toques del western y un ritmo que se va tornando frenético. La cinta tiene un director que pone bien la cámara, que termina siendo un personaje más. Un gran trabajo de luz, de color y con la excelente fotografía de Julián Apezteguia y Manuel Rebella,el sonido de Santiago Fumagalli y con un tema musical de Sergio Denis (“Te irás me iré”). Posee un toque que nos recuerda al cine de David Cronenberg y Guillermo del Toro, entre otros.