Una película particular. Dirigida y escrita por Natalia Meta, se mete en un argumento policial donde nada es lo que parece, en los años 80, en el mundo gay. Y a eso se le agregan algunas puntas exageradas y otras que no son coherentes. Pero sin embargo, entretiene por el buen trabajo de los actores. Chino Darín sorprende con su personaje ambiguo, Demian Bichir convence bien con su policía machista, Emilio Disi es un juez increíble con reconocibles ecos de realidad, Monica Antonópulos acierta en su rol, muy bien Carlos Casela. Aún con los errores propios de una ópera prima, por querer abarcar demasiado y mostrarse con despliegue, el film gustará.