Muerte en el Nilo venía sufriendo sufriendo retrasos, no solamente por la pandemia sino que por la participación de Armie Hammer, que está cancelado por acusaciones de violencia de género…. y canibalismo (¿?). Lo cierto es que intentaron reemplazarlo pero ya se había filmado demasiado y la producción no estaba muy dispuesta a gastar más plata del presupuesto. Disney compró Fox y dicen que las películas que fueron encargadas por esa productora fueron descuidadas intencionadamente, según algunos de los que conocen las internas de Hollywood.
Es la segunda película que Kenneth Branagh dirige sobre uno de los famosos libros de Agatha Christie, luego de Asesinato en el Expreso de Oriente. El director y actor británico dijo que su intención es generar un universo nuevo a partir de las historias que escribió la autora inglesa, en donde el detective belga Hércules Poirot es el protagonista exclusivo, con su habilidad infalible a la hora de descubrir los secretos de los crímenes que se le cruzan o que le proponen resolver. Sumido en esta idea de crear su propio universo sobre el personaje que ya ha tenido otras versiones -la más divertida fue sin dudas la de John Guillermin en 1978 con Peter Ustinov, aunque muchos crean que es mejor lo que hizo Albert Finney-, arranca con una historia en la Primera Guerra Mundial, donde se explican algunas cuestiones sobre el detective para pasar a continuación a la trama en sí de la novela.
Muerte en el Nilo es una historia de amor, deseo, traiciones y una millonaria asesinada nada menos que durante su luna de miel. Linnet (Gal Gadot) es millonaria, vivaz, espléndida y soltera, pero una noche de verbena se encuentra con su mejor amiga que le presenta a su novio y Linnet cae a los pies del galán y meses después la vemos casarse con el galán de su ahora ex amiga.
Brannagh es buen director y sabe lo que tiene que contar. Si bien la película tiene un buen elenco, esta segunda película de la nueva saga de Poirot no tiene tantas estrellas como la primera ni la trama tiene tanta tensión pero tenemos varios paisajes lujosos, un viaje en barco por el Nilo, intentos de asesinato en las pirámides. Al terminar la travesía se van a acumular una cantidad importante de cadáveres, porque el poder del amor puede ser devastador como ya lo anuncia el mismísimo Poirot en el prólogo.
La película es lujosa y entretenida, no tendrá mucha tensión y la resolución es bastante anticipada por cualquiera que tenga algo de relato policial encima, pero no es culpa del director, porque en realidad en este caso la falla viene de origen. Si les gustan los policiales tradicionales y quieren pasar un rato en el cine, vayan, porque esta clase de películas es mejor verlas en pantalla grande. Si se van a poner exquisitos esta no es su película.
Y hay que agregar sobre el Poirot de Brannagh, el personaje se encuentra en un punto medio entre el entusiasmo de Ustinov y la actitud de “ahora van a ver lo que hace un actor en serio” que se notaba detrás de la actuación de Finney. Si logran armar ese universo, quizás nos terminemos convenciendo de la nueva versión del sabueso infalible, pero por ahora a este Poirot le falta un golpe de horno y es un poco pomposo. Habrá que ver si la taquilla y Disney le dan un futuro o el intento no pasa de estas dos películas.
MUERTE EN EL NILO
Death on the Nile. Reino Unido/Estados Unidos, 2022.
Dirección: Kenneth Branagh. Intérpretes: Kenneth Branagh, Gal Gadot, Armie Hammer, Emma Mackey, Annette Bening, Tom Bateman, Ali Fazal, Russell Brand, Sophie Okonedo, Letitia Wright y Dawn French. Guion: Michael Green, basado en la novela de Agatha Christie. Fotografía: Haris Zambarloukos. Edición: Úna Ni Dhonghaíle. Música: Patrick Doyle. Distribuidora: Disney (20th Century Studios). Duración: 127 minutos.