Los grandes maestros de la ficción de misterio, como Arthur Conan Doyle o Alfred Hitchcock, solían construir sus historias sin pasarse por alto ningún detalle. En los relatos que involucran acontecimientos policiales, estaba todo medido y casi fríamente calculado. La mano creadora exponía una narrativa que se centraba en la construcción de un misterio lo suficientemente dramático como para que su desenlace sea un claro ejemplo de espectacularidad. A día de hoy, sin embargo, se pueden econtrar tantas producciones descuidadas, que pecan de insulsas. Como lo es el caso de ‘Death on the Nile’.
La continuación de Kenneth Branagh al papel del famoso detective Hércule Poirot presenta un relato que carece de la sustancia de una historia policial y de misterio. Basándose en la reconocida novela de Agatha Christie, Branagh intenta superarse a sí mismo como intérprete y como director.
‘Death on the Nile’ retrata la típica narrativa de una historia de misterio. Uno de los personajes es asesinado, mientras que el resto son los sospechosos bajo la única mirada de un perspicaz detective. Dicha figura es interpretada por Kenneth Branagh. Se trata de Hércule Poirot, el quisquilloso héroe nacido en la mente de Agatha Christie, una de las mejores autoras de ficción policial de la historia. Será ese personaje el encargado de desenmarañar la trama. Tal y como lo había hecho años atrás, en la adaptación de ‘Murder on the Orient Express’.
En esta ocasión, el espectador es testigo de una luna de miel especial. El lugar es el Río Nilo, en Egipto. Allí se celebra el matrimonio entre el humilde Simon Doyle (Hammer) y la adinerada Linnet Ridgeway (Gadot), presentados a través de Jacquelline de Bellefort (Mackey), anterior prometida de Doyle. El filme ya va a partir con la participación de un trío amoroso donde solo quedan rencores. De Bellefort intentará en todo momento interceptar la luna de miel de este matrimonio, con grandes amenazas. Sin embargo, la presencia de otros personajes será una pieza fundamental para el desarrollo de los hechos.
Al ser asesinado el personaje de Gal Gadot, ‘Death on the Nile’ recurre a todos los elementos ya conocidos de un clásico filme de misterio. Todos los personajes, excepto el detective, son sospechosos del crimen. Partiendo de esa premisa, la investigación de Poirot reúne lo típico: coartadas, recuerdos, mentiras y sospechas. Cada personaje forma parte de un relato más grande, que se revela en su totalidad al final, mediante una explicación desabrida y un desenlace que puede resultar insultante para el espectador.
En todo momento se está al frente de un largometraje de misterio policial clásico. El filme comete el error de descuidar a sus personajes para centrarse en una trama cuyo desenlace no es más que un previsible final. Con su extensa carrera, no es un error ilusionarse con una producción comandada por Kenneth Branagh. Pero el cineasta ya tiene acostumbrado a las audiencias a generar esa ilusión que recae en una enorme decepción. Así son las películas de Branagh y así es ‘Death on the Nile’.