Quién no quisiera tener como amigo a Hércules Poirot, el detective deductivo, sagaz y seguramente con buen aliento que creó Agatha Christie. En esta Muerte en el Nilo, Kenneth Branagh, el director y también protagonista del filme, se permite explicarnos el por qué, sino el origen, de sus famosos bigotes puntiagudos.
Ya sabíamos que Poirot era un obsesivo y que lo pierden los dulces. Todo eso está aquí. Pero de lo que muchos querrán hablar es de la presencia del personaje que interpreta Armie Hammer, acusado de abusos sexuales por varias mujeres.
No Simon Doyle, sino Armie Hammer, el actor de Llámame por tu nombre y El Llanero solitario. Se rumoreaba que iban a cortar bastante de su parte, por las denuncias, y hasta se pensó en volver a rodar su parte. Nada de eso sucedió.
Bueno, igual Simon es un tipo que hoy está con una mujer (Jacqueline de Bellefort, en la piel de la brillante Emma Mackey) y al otro día se casa con la millonaria Linnet Ridgeway (Gal Gadot).
Es que el elenco, claro, es multitudinario, porque cada uno de los tripulantes del barco que recorrerá el río del título por Egipto puede ser el asesino.
¿De quién? Bueno, no vamos a spoilear ni siquiera eso.
Muchos sospechosos
Para quienes no estén familiarizados con la trama de la novela de 1937, o no hayan visto alguna de las varias adaptaciones anteriores -en cine, la de John Guillermin en 1978, con Peter Ustinov como Poirot-, casi todo transcurre en un barco a vapor con las pirámides de Giza de fondo, en el que la luna de miel de Simon y Linnet se va salvajemente interrumpida por la muerte del título.
Por suerte abordo viajaba el detective belga, que mete tantos chistes como el guion de Michael Green se lo permite.
Y tal vez haya que buscar por el lado del guion, la columna vertebral de la película. Obvio que el libro de Agatha Christie, con tantos sospechosos como le gustaba a la Dama del misterio, es suficiente base para no pifiarla. Michael Green fue candidato al Oscar por el libreto de Logan -fue la primera película que sale de Marvel en lograrlo- y también redactó los de Blade Runner 2049, Jungle Cruise y… Linterna verde (digámoslo todo), y vuelve a trabajar con Kenneth Branagh, porque el guion de Asesinato en el Expreso de Oriente también había sido adaptación suya.
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Muerte en el Nilo: Cuando el río suena...
Kenneth Branagh dirige e interpreta a Poirot, el personaje de Agatha Christie. No escondieron a Armie Hammer, acusado de abusos sexuales.
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Pablo O. Scholz
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10/02/2022 6:11 Clarín.comEspectáculosCineActualizado al 10/02/2022 6:11
Quién no quisiera tener como amigo a Hércules Poirot, el detective deductivo, sagaz y seguramente con buen aliento que creó Agatha Christie. En esta Muerte en el Nilo, Kenneth Branagh, el director y también protagonista del filme, se permite explicarnos el por qué, sino el origen, de sus famosos bigotes puntiagudos.
Ya sabíamos que Poirot era un obsesivo y que lo pierden los dulces. Todo eso está aquí. Pero de lo que muchos querrán hablar es de la presencia del personaje que interpreta Armie Hammer, acusado de abusos sexuales por varias mujeres.
No Simon Doyle, sino Armie Hammer, el actor de Llámame por tu nombre y El Llanero solitario. Se rumoreaba que iban a cortar bastante de su parte, por las denuncias, y hasta se pensó en volver a rodar su parte. Nada de eso sucedió.
Kenneth Branagh. El actor y cineasta este martes fue nominado al Oscar por dirigir "Belfast". Foto Disney
Bueno, igual Simon es un tipo que hoy está con una mujer (Jacqueline de Bellefort, en la piel de la brillante Emma Mackey) y al otro día se casa con la millonaria Linnet Ridgeway (Gal Gadot).
Es que el elenco, claro, es multitudinario, porque cada uno de los tripulantes del barco que recorrerá el río del título por Egipto puede ser el asesino.
Simon (Armie Hammer) y Linnet (Gal Gadot), los recién casados que viajarán por el Nilo y... Se les frustará la luna de miel. Foto Disney
¿De quién? Bueno, no vamos a spoilear ni siquiera eso.
Muchos sospechosos
Para quienes no estén familiarizados con la trama de la novela de 1937, o no hayan visto alguna de las varias adaptaciones anteriores -en cine, la de John Guillermin en 1978, con Peter Ustinov como Poirot-, casi todo transcurre en un barco a vapor con las pirámides de Giza de fondo, en el que la luna de miel de Simon y Linnet se va salvajemente interrumpida por la muerte del título.
El trío. Gadot, Emma Mackey y Hammer. La película, como la novela de Agatha Christie, se ambienta a fines de los años '30. Foto Disney
Por suerte abordo viajaba el detective belga, que mete tantos chistes como el guion de Michael Green se lo permite.
Y tal vez haya que buscar por el lado del guion, la columna vertebral de la película. Obvio que el libro de Agatha Christie, con tantos sospechosos como le gustaba a la Dama del misterio, es suficiente base para no pifiarla. Michael Green fue candidato al Oscar por el libreto de Logan -fue la primera película que sale de Marvel en lograrlo- y también redactó los de Blade Runner 2049, Jungle Cruise y… Linterna verde (digámoslo todo), y vuelve a trabajar con Kenneth Branagh, porque el guion de Asesinato en el Expreso de Oriente también había sido adaptación suya.
Entonces allí, a bordo, tenemos además de los nombrados a Annette Bening, a Tom Bateman como Bouc, el amigo joven de Poirot que ya estaba al lado de Branagh en Asesinato en el Expreso de Oriente, Sophie Okonedo, Letitia Wright, Ali Fazal, Dawn French, Rose Leslie, Jennifer Saunders y si llegan a reconocer a Russell Brand como el doctor Bessner, me avisan.
El complot, tanto aquí como en Asesinato..., está bien aceitado. Y los manierismos de Poirot son toda una delicia. Compro más a Branagh como el protagonista que como el director, porque la película se deja ver, sí, las dos horas y minutos pasan volando. Pero cada vez que la cámara gira y descubre a Poirot, es, sí, para frotarse las manos. Por lo menos por un rato.