Mujer en Guerra: La soledad de luchar por todos.
Bella y simpática comedia ambiental islandesa, que pone a una maestra de coro en la encrucijada de renunciar a sus sueños, de salvar al planeta o redoblar su apuesta saboteando grandes empresas.
Pocas comedias tienen la suerte de contar con la belleza de los variados paisajes islandeses, pero aún menos tienen la personalidad y encanto que posee Mujer en Guerra. Una aventura moderna que mezcla el optimismo ambiental con el desgaste de la lucha diaria para salvar a una humanidad que en gran parte sólo expresa apatía ante su inevitable extinción.
Halla trabaja como maestra de un coro durante el día, mientras que por las noches se encarga de realizar protestas ambientalistas a gran escala saboteando una de las más grandes empresas de su Islandia natal. Pero en estos últimos días su intranquila estabilidad va a verse puesta en peligro por varios factores. Entre ellos el creciente nerviosismo de uno de sus aliados en el interior de esa empresa, lo difícil y arriesgado que viene siendo subir la apuesta todo el tiempo con sus actos realizados prácticamente de forma individual. Aunque principalmente es una noticia que le sacudirá el mundo a cualquiera: acaban de aprobarle la solicitud de adopción que había hecho hace unos años, y va a recibir a una pequeña huérfana de Ucrania de forma inminente.
La maternidad es uno de los temas de mayor importancia en el film, aún antes de que la noticia llegue a su protagonista. No solo la maternidad humana, sino también toda la temática ambiental desde la perspectiva del cuidado de la Madre Naturaleza. Pero la gran mayoría de lecturas se encuentran al alcance de todos al mismo tiempo; que se encuentran sembradas en lo que para casi la totalidad de la audiencia va a ser nada más que una pintoresca comedia para pasar un buen rato. Cabe destacar el acierto de varios elementos que logran salir a flote en la trama de forma natural y que sirven para que más de uno empiece a pensar esa u otra de las tantas temáticas exploradas.
Está claro igual, que todo esto que el film hace bien sería en vano si no se tratara de una entretenida experiencia audiovisual para capturar la atención en un océano de productos llenos de brillante colorido comercial. En el caso de Mujer en Guerra, la personalidad innata del proyecto se encarga de rellenar lo que ya es una comedia con encanto para cualquiera en una experiencia de autor compatible con todo tipo de pochoclo. Una estética que desde lo visual tiene el plus de contar con todos lo escenarios, visuales y narrativos, de un país con una belleza imponente como lo es Islandia, pero que además lo complementa con una propuesta musical que llega incluso a trascenderla.
La cinta está repleta de música, aunque la misma esté usada contadas veces y venga acompañado de una curiosa salvedad: la interpretan músicos en escena que se mantienen presentes en el mundo sin interactuar o formar parte de la historia de manera literal. Una suerte de coro griego sin palabras, armado con instrumentos y voces para entregar una banda sonora impactante que moldea de forma refrescante lo que sin eso ya era una recomendable comedia.
La peli cuanto menos garantiza una excelente velada, pero además se encarga de concientizar dejando de lado toda especie de discurso hostil; entregando en su lugar una experiencia centrada en una protagonista que hace méritos para ganar la simpatía de la audiencia para con su lucha. Por si fuera poco, esa victoria temática y narrativa tampoco hace uso de un villano. No hay personajes sombríos que jueguen con su bigote o acaricien su gato peludo, sino que los momentos de adversidad vienen de los grandes sistemas y conglomerados que atacan de forma anónima todo obstáculo en el camino de las ganancias y la siempre ominosa expectativa de crecimiento económico. Sin dudas un discurso refrescante en tiempos en los que parece imposible realizar declaraciones sin antagonizar, y terminar muchas veces radicalizando, a unos percibidos adversarios morales.
Pocas películas en lo que va del año vienen con menos luces y dejan con más ganas de recomendarla a todo aquel curioso que esté dispuesto a darle una oportunidad. Para todas las edades y todo tipo de gustos, Mujer en Guerra sin dudas va a saber hacerse lugar entre las favoritas del año de mucha gente.