Tras las miradas intimistas entre vestuarios de Fulboy y la vida de un fabricante de ladrillos en el sur con El hombre de Paso Piedra, Martín Farina arremete de lleno con el que es su trabajo más ambicioso a la fecha: el retrato de la filósofa, escritora y profesora Esther Díaz, quien tras un desgarrador monólogo se presenta como una mujer sobreviviente, una figura trágica cuasi almodovariana que de tan crudo relato parece ficticio, pero es creer o reventar con la valentía en pantalla de esta septuagenaria.