Propuesta agotada
Mujer y Marido (Moglie e Marito, 2017) es una comedia romántica con pretensiones de sumergirse en la complejidad de las relaciones de pareja a través del disparate y la reflexión, pero que se agota antes de siquiera empezar.
Sofía y Andrea son un matrimonio en una crisis al borde del divorcio. Ella (Kasia Smutniak), una columnista de TV con un extraño compromiso de género. Él (Pierfrancesco Favino), un neurólogo que desarrolla un experimento sobre el cerebro humano. Por un accidente con este experimento, terminan atrapados en el cuerpo del otro y deben tratar de vivir sus días en el mundo del cónyuge hasta encontrar una solución.
El “cambio de cuerpos” es una temática ya explorada por las comedias románticas y especialmente las juveniles, en películas como Un viernes de locos (Freaky Friday, 2003) o Ella en mi Cuerpo y Él en el mio (It's a Boy Girl Thing, 2006). Si bien ninguna es demasiado profunda, tampoco pretenden serlo. Cumplen a la perfección su objetivo de ser películas entretenidas, divertidas y altamente funcionales al zapping.
La clave de la diferencia está en que Mujer y Marido peca de compleja para luego quedarse en lo básico y ya demasiado visto. La propuesta inicial es que este cambio debe conectarlos con el punto de vista de su pareja y descubrir así cómo dejaron de ser compatibles con la persona que amaban; pero se queda toda la película en el chiste fácil y antiguo de la inversión de géneros de una mujer que no sabe usar tacos ni faldas y un hombre que cruza las piernas y dobla la muñeca.
La propuesta que no se explora, la explotación de recursos viejos hasta agotarlos, lo vacío y la falta de innovación hacen a una película por debajo de las ya bajas expectativas del zapping de domingo.