Mujercitas

Crítica de Karina Botello - Las 1001 Películas

No avergonzarse del propio deseo.

Quizás la verdadera transgresión de Louise May Alcott fue plantear las posibilidades para la vida de las mujeres a través de una disyuntiva que se lea como reclamo y que en el film se presentan como las únicas dos opciones de final que el editor (Tracy Letts) le ofrece a Jo para recibir sus escritos sobre una “historia para niñas”: casarse o morir. En esa dirección, Greta Gerwig , la aclamada directora de Lady Bird, vuelve a elegir a Saoirse Ronan para interpretar a la “salvaje” Jo en la nueva adaptación del clásico literario.

Esa pequeñez, que para la época en la que fue escrita Mujercitas implicaba una condición de minoridad de las mujeres respecto a los varones, es puesta en escena y en diálogo con el presente en el film, de manera que vuelve a plantear el asunto de la adolescencia como categoría social con perspectiva de género, a la vez que atravesada por una economía que cercena las posibilidades de autonomía y despliegue de las mujeres en el mundo de las letras y las artes. Las hermanas Meg (Emma Watson), Jo (Saoirse Ronan), Amy (Florence Pugh) y Beth (Eliza Scanlen) encarnan las dificultades de aspirar a algo diferente a conseguir un marido, hasta un matrimonio con amor aparece como una utopía o un exceso de romanticismo, aunque claramente se está criticando la educación sentimental opresiva e infeliz que les deparaba a las pequeñas.

En cuanto a las actuaciones, muchos esperaban a Emma Watson en el papel de Josephine March por sus antecedentes rebeldes potterianos, pero Saoirse Ronan realmente se luce como Jo. Sin embargo, es la Amy de Florence Pugh (nominada a mejor actriz de reparto) la que deslumbra sin ser la protagonista y rompe las escenas con líneas como “no avergonzarse de los propios deseos”. Timothée Chalamet en el rol de Laurie, único varón que accede al club de las mujercitas, le sienta perfecto el estilo de época y el desenfado que lo atan a Jo.

Laura Dern encarna a la señora March o Marmee, abnegada y quién confiesa en una escena íntima la renuncia que implica criar a una conflictuada Jo que quiere ser libre pero no estar sola, mientras que Meryl Streep, la tía, representa cierto espíritu puritano a la vez que advierte amargamente las desgracias de “quedar soltera” o un matrimonio pobre.

Película recibida por la Academia con 6 nominaciones para los Oscar a mejor película, mejor actriz, mejor actriz de reparto, mejor guion adaptado, mejor vestuario, mejor banda sonora, aunque ninguna para su directora lo que generó polémicas entre la crítica, incluyendo algunas voces en contra de la elección del manejo temporal del guion. Tampoco fue nominada la dirección de fotografía en manos de Yorick Le Saux, que hace de las escenas en la playa verdaderas pinturas.

El asunto no es cuán conservadora o cuán feminista pueda ser esta remake, sino la invitación a mirar y a leer de nuevo un clásico para encontrar los motivos de su calidad, disfrutando de una bellísima y entrañable adaptación de esta coming of age inmortal.