Desde “Loco por Mary” (1998),pasando por “Locura de amor en Las Vegas” (2008), “La cosa mas dulce” (2002), o incluso “Malas enseñanzas” (2012), con un personaje más oscuro, Cameron Díaz ha demostrado tener pasta para la comedia con elementos que la sacan de ser sólo la cara bonita y la lleva a debutar en el cine en los ‘90. También tiene cierta intuición a la hora de elegir los guiones, por eso extraña verla en “Mujeres al ataque”.
Carly (Cameron Díaz) es una bella y exitosa mujer con novio incluido. Al enterarse que Mark (Nikolaj Coster-Waldau) es casado, justo antes de caer en la depresión, se reúne con Kate (Leslie Mann), la ex, para salir a flote anímicamente y descubrir que en realidad tienen mucho en común, los cuernos entre otras cosas, porque un rato después se enteran que Mark anda con otra futura ex, Amber (Kate Upton), una rubia despampanante que ostenta otros atributos varios. Entre las tres buscarán cierto tipo de revancha. ¿De dónde sacaba tiempo éste hombre, cómo hacían las tres para no sospechar nada pese a presentarse como personajes nada tontos, y cuál es la razón para algunas acciones más cercanas al despecho adolescente que a mujeres adultas?, es algo que se le debería preguntar al señor verosímil cuando se le ocurra aparecer. Mientras tanto, a conceder se ha dicho.
Difícil no encuadrar esta comedia en la tendencia del humor americano de la última década, sobre todo por una recurrencia a la escatología como falso refugio en lo que supuestamente funciona en el paladar estadounidense. Si fuera sólo por eso, los guiones dejarían de existir para convertir las historias en meras excusas para un sin fin de gags carentes de sustento. Ya lo han hecho con las parodias de las películas de terror, en donde lo qué se narra es lo de menos, y ahora esto lo traducen a la comedia.
La historia suena conocida, en especial por algunos gags y remates calcados de aquella “El club de las divorciadas” (1996), que no era una maravilla (era una triple venganza contra tres maridos), pero al menos el elenco (Bette Midler, Diane Keaton y Goldie Hawn) se ponía al hombro lo endeble del guión con mucho más oficio, soltura y picardía que Cameron Díaz, Leslie Mann (la mejor del trío) y Kate Upton, quien como actriz es muy linda.¡Ah!, y sonríe bien.
Nick Cassavettes, que ya había dirigido a Cameron Díaz en “La decisión más difícil” (2009), aprendió muy poco del oficio del padre, pero triunfa cien por ciento al hacer todo lo contrario. Una filmografía errática que va de un drama bien construido como “John Q” (2002) a una adaptación del meloso Nicholas Sparks como la insoportable “Diario de una pasión” (2004). Su última producción amaga con ser una comedia agridulce sobre la infidelidad, con una primera media hora en la cual la construcción de los personajes y su entorno comienza a funcionar y contrastar muy bien entre sí. Un contexto en el cual se logra relativizar la vara con la que se mide el éxito, el status, e incluso el prestigio. Algunos primeros diálogos tienen pinceladas jugosas y buen timing, pero luego se desbarranca cuando todo apunta a “ir a lo seguro” abandonando la bifurcación del camino al cual llegan los personajes dejando al espectador con ganas de otra cosa. El público se renueva, es cierto. Probablemente “Mujeres al ataque” encuentre su público. Lástima que el reciclado de ideas cada diez años vaya en desmedro de propuestas un poco más jugadas.