Amenaza à trois
Dos pálpitos simultáneos ocurren a los diez minutos de transcurrido este film. El primero es que el trillado inicio no tiene posibilidades de repuntar. El segundo es que, de estar vivos, papá John y mamá Gena Rowlands habrían desheredado a Nick Cassavetes, creador de esta comedia femenina. El esquema es sencillo: Kate (Leslie Mann) descubre que Mark (Nikolaj Coster-Waldau, de Games of Thrones) tiene una amante; Carly (Cameron Diaz) descubre que su novio está casado; después, para darle un giro a la historia (que es, en definitiva, lo único sustancial), Carly y Kate, aliadas en la vendetta contra Mark, descubren que este tiene una segunda amante, Amber (Kate Upton), el estereotipo de una bomba californiana. Mientras la sociedad de Kate y Carly se mancomuna en un humor grotesco y ridículo (como cuando ambas depositan laxante en el vino de Mark), Cassavetes encuentra mejor rumbo en las alusiones cinéfilas, como los trotes de Upton parodiando a Bo Derek en 10, la mujer perfecta. Como un cruce entre El club de las divorciadas y Sex & the City, la película es un tibio intento. Pero no mucho más.