El club de las engañadas
No es que ¡Mujeres al ataque! tenga una primera media hora asombrosa, pero al menos consigue en ese arranque tener un punto de vista original y un humor imprevisible a partir del vínculo que se genera entre Carly y Kate, la amante y la esposa -respectivamente- de un exitoso empresario. Original, porque en vez de pugnar por la guerra entre las mujeres despechadas las une en función de aborrecer sin culpas al tipo, e imprevisible básicamente por la cualidad de comediante detonada de Leslie Mann. Pero como estamos bajo las órdenes de un director sin personalidad como Nick Cassavetes (alguien bastante prometedor al menos en sus primeras películas pero que ha caído al peor de los avernos), la comedia se irá resolviendo por los lugares menos recomendables, acumulando chistes avejentados y de tono grueso sin timing alguno, y haciendo que sus personajes pasen de la ambigüedad del comienzo a una ordinariez y estupidez sin remedio.
Decíamos, en ese arranque concentrado en los personajes de Carly y Kate la película encuentra su cima, fundamentalmente porque Díaz sabe bordar esos personajes que varían entre el esnobismo de clase alta y la más ramplona de la vulgaridades barriales, y Mann sabe cómo jugar a la ama de casa desesperada, característica edificada en ese páramo de la comedia marca Judd Apatow. Como atenuante podemos decir que la película va demasiado rápido y uno entiende que para llegar a sus excesivos 109 minutos serán necesarios muchos giros y contramarchas. ¡Mujeres al ataque! toma a partir de ahí los caminos menos recomendables y pierde el norte que le marcaban dos comediantes de primer nivel como las mencionadas.
Todo lo que estaba mal -esos personajes de reparto que parecían demasiado mal terminados, situaciones faltas de rigor aún dentro del verosímil de una comedia de enredos como esta-, toma protagonismo, y el film se desbarranca hasta convertirse en algo vulgar y medio pelo. Por ejemplo, la aparición de una tercera en discordia (Kate Upton) que no sólo no aporta nada, sino que sirve para reafirmar estereotipos femeninos contra los que la película se supone que discute, es el comprobante final de todo lo que está mal en un film como este.
En su acabado, ¡Mujeres al ataque! está pensada como una de esas comedias de los 90’s en el estilo de El club de las divorciadas, con una búsqueda cómplice en un público femenino ávido de cierta revancha sexista. Pero no hay más allá de un molde donde sostenerse que haga ver que alguien se puso a pensar más de dos segundos mucho de lo que ocurre aquí. Lo poco que tenía para ofrecer -la química entre Díaz y Mann- la película lo desaprovecha en media hora, y hasta termina desgastándola malamente. Una comedia floja, que ni siquiera la violencia sobre el final de un chiste que incluye un vidrio, puede salvar del tedio y cierta indignación.