François Ozon encara con la misma eficacia un drama psicológico (“Bajo la arena”), un thriller (“La piscina”) o una historia fantástica (“Ricky”). “Potiche” parece estar en la línea de “8 mujeres”, también de origen teatral. La acción transcurre en Sainte-Gudule, al Norte de Francia, en 1977. Robert Pujol maneja con mano dura y despótica su fábrica de paraguas y somete con las mismas reglas inalterables a su mujer y a sus hijos. Para él, Suzanne es poco más que un florero, consagrada a la atención del hogar. La cosas cambiarán, sorpresivamente, cuando Pujol sea tomado como rehén durante una huelga y su mujer deba hacerse cargo de la empresa. Suzanne demostrará, de pronto, una capacidad formidable para la tarea. Buena administradora, se ganará la confianza de todos. El conflicto estallará cuando Pujol pretenda retomar sus funciones. El film está al servicio de Catherine Deneuve, espléndida en su madurez.