En la línea de 8 mujeres (es decir, el Ozon más desprejuiciado, lúdico, artificioso, premeditadamente grasa y amanerado), Mujeres al poder es una comedia (casi) almodovariana sobre una ama de casa sumisa (Deneuve) que corta con su previsible existencia y pasa a manejar la fábrica familiar, que se rebela contra el despótico manejor de su marido (Luchini). La cosa se complica aún más cuando entre en escena un ex gremialista, diputado izquierdista y ex amante de ella en la juventud (Depardieu). El film se ríe del capitalismo, de la burguesía, del mundo de la política y de los prejuicios sociales. No es enteramente convincente (tiene grandes momentos y de los otros), pero sí bastante disfrutable. Y el reencuentro de la dupla Deneuve-Depardieu es un plus no menor.