Viejos conocidos con la magia intacta
La segunda parte de la saga tiene una intriga policial, con Kermit de protagonista, y entretiene a chicos y grandes.
Estamos en 2014, ya han pasado años desde el nacimiento de Los Muppets. Siete películas de cine, otros tantos especiales de televisión y por supuesto El show de los Muppets, donde la creación de Jim Henson alcanzó su fama mundial en la década del '70. Pero lo que es realmente asombroso y digno de destacar es que a pesar de haber cambiado de manos a los largo de los años, cada uno de los involucrados en cada uno de los proyectos de Los Muppets parece haber entendido la consigna y mantenido la esencia misma que los vio nacer. En esta primera secuela –cuyo número musical inicial ya podría ir llevándose un Oscar– de la nueva etapa, el humor brillante y autoconsciente se muestra en su mejor forma. Con la ayuda de excelentes comediantes, como Ricky Gervais y Tina Fey, los legendarios personajes de Jim Henson consiguen una comedia dinámica, corrosiva, por momentos bastante arriesgada (hay chistes sobre un Gulag a lo largo de toda la trama) y siempre graciosa. La trama juega con un paso de comedia clásico, el protagonista Kermit tiene un doble casi idéntico llamado Constantine, la rana más peligrosa del planeta. Constantine ocupará el lugar de Kermit, condenando a la rana a quedar en un Gulag. A diferencia del film del año 2011, esta película mantiene el humor de punta a punta de la trama y no se detiene nunca con momentos sentimentales. Sin duda, la presencia del actor británico Ricky Gervais (creador de The Office, versión inglesa) permite que se desarrolle un humor más ácido bien a su estilo. Quienes conozcan a los personajes sumarán capas al humor, quienes sepan algo de cine comprenderán mejor los chistes, pero la trama es muy divertida más allá de eso. Esta es una de las razones que hacen que sea una pena que las copias en idioma original brillen por su ausencia en nuestro país. Los chicos sin duda disfrutan de Los Muppets, pero su humor inteligente y complejo está fabricado principalmente para el disfrute del público adulto. Los cameos y las sorpresas están, como es habitual, a la orden del día y no hay que arruinarlas acá contándolas. Hasta el final de los títulos, Los Muppets 2: Los más buscados es una fiesta. Su humor y su inteligencia se mantienen intactos.