Murciélagos

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

La primera película argentina rodada en cuarentena, según los protocolos de distanciamiento y otras medidas sanitarias, va a quedar apenas como una curiosidad de la era del coronavirus. Aun entendiendo que no resulta fácil armar un film con actores desperdigados en distintas locaciones, a los productores se les podría haber ocurrido alguna idea más ingeniosa y, sobre todo, sustanciosa. La película junta varias historias deshilvanadas, apenas unidas por simpáticas situaciones de pequeños murciélagos que por accidente se han metido en la casa de algunas personas. A partir de ahí, van desfilando distintos sketches, casi televisivos, de personajes que experimentan las agridulces delicias de la cuarentena, y el espectador observa situaciones que ya vimos todos estos 100 días, como paranoicos desgranando teorías conspirativas sobre la CIA y los chinos, un padre que trata de hacer gimnasia con su hija, una chica sola a la que se le tapó un caño y que entabla una relación virtual muy bonita con el ferretero que la ayuda, y un médico emocionado ante aquellos lejanos aplausos de las 9 de la noche. No sólo Oscar Martínez, como este doctor, brinda una buena actuación, ya que todo el elenco es digno, y al final Sergio Pángaro agrega ironía entonando una melosa canción pop. Pero estética y argumentalmente a estos “Murciélagos” les faltan alas.