Los chicos sólo quieren divertirse
Una ópera prima que oscila entre diferentes rumbos sin definirse finalmente por ninguno.
Es llamativo que un film titulado Música, amigos y fiesta tenga una carga de desencanto tan grande y notoria, pero lo cierto es que la ópera prima de Max Joseph está bastante lejos de ser la comedia que el tráiler invitaba a suponer.
El protagonista es Cole (Zac Efron), un joven sin demasiadas cosas que hacer más allá de soñar con convertirse en DJ. Su meta se vuelve cercana cuando conoce a un reputado colega (Wes Bentley), quien a su vez tiene una novia/asistente (Emily Ratajkowski) con la que Cole empezará a llevarse demasiado bien.
Lo más interesante del film es su mirada pesimista sobre la viabilidad de un futuro próspero. Tanto Cole como sus tres amigos saben que el mundo es un lugar inhóspito, mucho más salvaje que el sueño americano indica. Lástima que esto sea apenas un esbozo, y que Joseph elija construir una película que se limita a campear entre un coming of age, una comedia romántica para adolescentes y una historia de superación sin nunca decidirse por ninguna de las tres.