Sinfonía agridulce.
Cuarta versión de ‘Nace una estrella’, esta historia de amor y fama que sigue demostrando ser inoxidable. Bradley Cooper debuta con el pie derecho en la dirección de la mano de una Lady Gaga estupenda. Adaptada a los tiempos que corren, ya será este clásico propio de una nueva generación.
De qué se trata ‘Nace una estrella’
Ally (Lady Gaga) trabaja en un restaurante y sueña con ser cantante. Jackson (Bradley Cooper) es un rock star que lidia con sus propios demonios y adicciones. Una noche, ambos se conocen en el bar donde ella canta, cambiando para siempre sus destinos. El ascenso y la caída transitan por carriles opuestos, al tiempo que la maquinaria marketinera musical queda expuesta en primer plano.
Una remake con la mística intacta
Bradley Cooper debuta como director en esta película que también protagoniza y qué bien le sale todo. ‘Nace una estrella’ se va a ver con la sensación de que es algo especial. No es otra película más, no es olvidable. Primero, porque es la cuarta versión de una historia que en sus últimas dos remakes protagonizaron Judy Garland y Barbra Streisand. O sea, estamos hablando de gente que de tan grossa no tiene nadie por encima. Y ahí va Lady Gaga a intentar mantener viva esta mística. ¿Saben qué? Lo logra. No porque sea como ellas -eso lo dirá el tiempo- sino porque es su (casi) debut cinematográfico en un rol que no podría caberle mejor.
La química entre Lady Gaga y Bradley Cooper no podría funcionar mejor, sobre todo en la primera mitad de la película. Todo el proceso en que se conocen y empiezan a trabajar juntos fluye y dan ganas de volver a eso, una y otra vez. Cuando esa magia se rompe, también hay algo en “Nace una estrella” que parece perder encanto.
Quizás se hace un poco larga hacia el final, ante la necesidad de ahondar en cuestiones del mercado musical. Y está bien. Porque, si viste alguna vez los Grammys, los premios MTV y demás, habrás visto que la industria musical estadounidense tiende a sobrevalorar el hit del momento y ponerse de pie ante el famoso de turno. Es solo el tiempo -la Historia- la que coloca en un lugar destacado a quien traspasa ese fervor momentáneo, la trampa del éxito fácil y plástico, para cantar con su propia voz. Y esto la película lo dice. Y está bueno que lo diga, porque no es tan habitual que el mundo del entretenimiento -sobre todo, el musical- se cuestione a sí mismo.
¿Nace un clásico?
Con un relato intenso, ‘Nace una estrella’ parece destinada a ser, otra vez, el clásico de una generación. Una película sobre la música que no es un musical, para los que huyen del género. Es, finalmente, una historia de amor. Pero también es el retrato de ese ascenso a la fama (o de victoria personal) que parece intrínseco a la condición humana. Por eso los clásicos son clásicos y trascienden generaciones. Porque, en el fondo, todos queremos lo mismo. Como los grandes artistas, ‘Nace una estrella’ no será perfecta, pero tiene lo necesario para trascender.
Puntaje: 8/10
Título original: A star is born
Duración: 134 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2018