Cuestión de identidad
Presentada en el 10 Pantalla Pinamar hace unos días, y tras un emotivo recibimiento, se estrena Nacidos vivos (2013), un documental valiente y necesario dirigido por Alejandra Perdomo sobre los bebés que fueron entregados, vendidos o robados en el pasado, y que hoy ya adultos buscan conocer su verdad. Un tema no difundido que afecta, según cuenta su realizadora, a más de 3 millones de personas sólo en Argentina.
En una población de 40 millones de habitantes como tiene la República Argentina, que 3 millones de personas no conozcan su verdadera identidad es grave. Sobre todo porque el único organismo que ayuda a las víctimas de robo de bebés a hallar su paradero tiene su oficina en Capital Federal: la Oficina de Derechos Humanos, del Registro Civil de Buenos Aires.
La película describe esta y otras dificultades de un cuadro de situación complejo y duro donde reina el desamparo. Y no lo hace desde una lucha enmarcada en ninguna militancia política, ni desde un sentimiento de desquite: la directora afronta su trabajo reconociendo la labor de víctimas de identidades sustituidas que buscan su verdadero origen. El trabajo abre de esta manera una puerta a las personas que necesitan encontrarse, apoyarse, y unir fuerzas en esta batalla por recuperar su verdadera identidad.
Nacidos vivos es una investigación que viene a desenmascarar el robo y la venta de bebés bajo el título de falsas adopciones. Una herida que excede el territorio argentino, evidenciado cuando el documental se traslada a España y cruza testimonios que padecen el mismo problema. El mensaje que pregonan es simple: que la “sustitución de identidad” sea considerada un delito de lesa humanidad a fin de que no prescriba. La Dra. Eva Giberti (adopciones) y la Sra. Mercedes Yañez (creadora de la Oficina de DDHH del Registro Civil de la CABA) aportan la complejidad de su labor para poder llegar a una búsqueda biológica exitosa. La banda sonora del film está compuesta por la cantante Viviana Scaliza, ex Blacanblues, una de las entrevistadas cuya identidad también fue sustituida al nacer.
Siempre es saludable que en vísperas del día de la memoria (24 de marzo) se estrene una película con una temática acorde. No porque tenga que ver exclusivamente con la última dictadura militar -de hecho trasciende la misma- sino porque es un tema de identidad y memoria que se solucionará sólo gracias al esfuerzo de muchos y a la labor digna y frontal de todos.