Entretenimiento mágico
Gran entretenimiento este último trabajo del director francés Louis Leterrier, que además de presentar una trama interesante sobre el mundo de la "magia", convierte a la película en una ilusión en sí misma. Recordemos que Leterrier ha tenido algunos altos y bajos durante su corta carrera, como por ejemplo "Danny the dog" y "El Transportador" en el plano de los altos y "Furia de titanes" y "El Transportador 2" en lo bajos. "Nada es lo que parece" se puede ubicar claramente entre lo mejorcito de su filmografía y marca su vuelta al entendimiento de lo que el espectador quiere ver cuando decide hacer una salida al cine.
La crítica internacional no fue para nada benévola con este producto que fue acusado de ser nada más que una linda caja, con un buen diseño y muchos adornos que en su interior no guardaba más que un simple vacío. No concuerdo. Si bien la resolución final no tiene la profundidad de "El gran truco" de Christopher Nolan, es efectiva y definitivamente no deja la sensación de haber perdido el tiempo como leí por ahí. El desenlace no es de los más creativos que se han visto en los últimos tiempos, pero si hay algo que se puede resaltar de este film, es que tiene una manera muy inteligente de llevar al público en la dirección que desea proponiendo una narración super dinámica. Es el ejemplo claro de una puesta en escena ingeniosa, cuidando muy bien los aspectos técnicos, narrativos e interpretativos. Todo sucede con un ritmo muy aceitado, sin frenarse mucho en las historias particulares de los protagonistas y esto está bien, ya que el espíritu de la cinta se encuentra en la sinergia del equipo como un todo y no a través de sus individualidades. Todos los actores hacen un buen trabajo, destacándose la labor de aquellos que por su trayectoria ya tienen una presencia especial en pantalla, como por ejemplo Morgan Freeman, Woody Harrelson y Michael Caine. Por el lado de lo visual y sonoro no hay quejas de ningún tipo, tanto la fotografía como los efectos visuales están utilizados con mesura y elegancia. Es verdad que suceden algunos acontecimientos que nunca son explicados o se hacen trucos que bajo la etiqueta de "ilusión" pasan de inverosímiles a posibles en un pestañar de ojos, pero esto no es lo importante del planteamiento. Es como ver un truco de magia en la vida real, si uno está dispuesto a ver sólo donde estuvo el engaño de la ilusión, lo más seguro es que no lo disfrute, en cambio si se deja llevar por la "magia", seguramente se divierta y hasta sorprenda. La propuesta es pochoclera y no pretende en ningún momento ser un thriller a lo Nolan o una película que se toma demasiado en serio a sí misma. Es conciente de sus limitaciones y se divierte con ellas.
Un thriller liviano, fresco, que logra su objetivo con creces y mantiene hipnotizado hasta el final.