El thriller de venganza se tornó un género muy recurrente dentro de la industria cinematográfica estadounidense, donde alguna figura conocida decide ir en busca de aquella o aquellas personas que le quitaron algo muy preciado o las provocaron por alguna razón, ya sea Liam Neeson en «Taken», Denzel Washington en «The equalizer» o Keanu Reeves en «John Wick». Suelen ser un combo perfecto entre habilidades ocultas (o no tanto), buenas coreografías de pelea y un frenetismo desmedido.
En esta categoría se encuentra «Nobody», que se iba a estrenar en nuestro país el 13 de mayo, pero debido a que los cines tuvieron que cerrar sus puertas por la segunda ola, llega recién ahora. Protagonizada por Bob Odenkirk, querido por todos por encarnar a Saul Goodman en «Breaking Bad» y «Better Call Saul», la película se centra en Hutch, un hombre tranquilo y rutinario que es víctima de un asalto en su casa a manos de principiantes. Este será un detonante para cambiar su apacible vida y sacar a la luz varios secretos que tenía guardados sobre su pasado y personalidad.
A diferencia de otras películas de este estilo, «Nobody» no consigue estar entre las mejores propuestas ni ser tan sofisticada o tener una estructura más elaborada. De todas maneras, nos ofrece una historia entretenida, que va creciendo con el correr del metraje, y que se beneficia de su corta duración (hora y media) para ser más ágil y dinámica.
A medida que nos vamos interiorizando en la vida de este hombre aparentemente común, y la trama va revelando algunos detalles poco a poco, la misma se va volviendo cada vez más interesante y atrapante. Queremos saber quién es el protagonista, por qué tiene estas habilidades, y cómo se va a terminar desarrollando todo.
La mayoría de las secuencias de acción y pelea están muy bien ejecutadas y coreografiadas, acompañadas por una banda sonora que a veces utiliza a la música clásica para generar un impacto mayor y una cámara lenta que las enaltece.
En cuanto al elenco debemos destacar a cada uno de sus miembros, empezando por Bob Odenkirk, un actor muy versátil al que no estamos acostumbrados a ver en este tipo de roles, pero que logra desempeñarse de una manera muy cómoda y creíble. Su carisma y gracia traspasan la pantalla, generando una empatía automática con el espectador. La participación de Christopher Lloyd como su padre suma muchísimo tanto para la trama como para esa cuota de humor que nos ofrece la historia, además de la acción y el suspenso. Con respecto al villano, Aleksei Serebryakov, sirve como un buen contrapunto del protagonista, aunque no siempre significa una gran amenaza para él.
En síntesis, «Nobody» resulta ser una buena película de acción para aquellos amantes de estos thrillers de venganza. Puede que existan mejores, pero logra cumplir con su cometido de brindarnos buenas escenas de pelea, un protagonista carismático, un tono que varía entre la comedia y la tensión y un final abierto que nos deja la puerta abierta para una continuación.