El terror ecológico es un subgénero muy divertido que en el pasado brindó películas memorables.
Por lo general se tiende a confundir bastante el concepto de estos filmes y cualquier historia de terror y ciencia ficción que se relaciona con el medio ambiente enseguida se la cataloga dentro de este estilo.
El terror ecológico de verdad por lo general presenta historias donde el hombre se enfrenta a una amenaza que pone en jaque su existencia, debido a los daños que generó en el medio ambiente. En el link de esta reseña pueden ver ejemplos claros de esta cuestión.
Naturaleza muerta es la primera película de horror argentina que juega con esta idea y fusiona conceptos del eco terror con el slasher ochentoso, el clásico subgénero de asesinos seriales.
Yo no la ubicaría dentro del terror ecológico, ya que los villanos no son animales ni plantas, sino un grupo de psicópatas vegetarianos que matan gente relacionada con la actividad ganadera. Es otra onda.
El director Gabriel Rieco comienza la narración de su ópera prima con un excelente prólogo que logra capturar a la perfección la atención de los espectadores por el dominio que presenta del suspenso. Toda la ambientación y la fotografia de esa primera secuencia es fabulosa.
La presentación del conflicto y los personajes está muy bien realizada y se nota que detrás hubo un director que entiende muy bien el concepto del slasher en el cine de terror.
Hacia la mitad del film la narración de Grieco cae en ciertos baches narrativos donde ese suspenso que se había generado en un comienzo pierde fuerza. Sin embargo, Naturaleza muerta vuelve a ser entretenida cuando entra en acción el pariente argentino de Leatherface.
Más allá de la sangre y las persecuciones de los psicópatas, la película trabaja ideas interesantes relacionadas con la actividad ganadera y el abuso de los animales.
El tema de los vegetarianos radicales es genial porque te lo podés encontrar con frecuencia en la vida real.
En mi caso siendo vegetariano desde hace varios años me resultan insoportables alguno de estos sujetos intolerantes que tratan de cambiar la cabeza de la gente por la fuerza. El típico vegetariano radical, aunque no salga a matar personas como el villano de este film, te quema la cabeza con videos y fotos de animales asesinados en las redes sociales. Por otra parte, estos sujetos tienen la tendencia de creerse seres superiores frente a quienes siguen una alimentación carnívora.
Como ocurre con los villanos de este estreno, la intención del mensaje que predican es positiva pero derrapan en la manera en que expresan sus convicciones.
Debo destacar en Naturaleza muerta el gran trabajo de Luz Cipriota, quien resultó toda una revelación en esta propuesta de terror.
La actriz lleva adelante con mucha convicción el rol principal y sorprende con algunos momentos dignos de una experimentada Scream Queen.
En estos días donde el cine de horror únicamente pasa por los bodrios hollywoodenses de siempre con los fantasmas y la posesiones satánicas, el trabajo de Gabriel Grieco ofrece un poco de aire fresco a la cartelera con una propuesta entretenida.