Las películas de familias unidas por imposición de las fiestas conforman un género en sí mismo, y Navidad con los Cooper es otro eslabón de la larga cadena de films que podrían encuadrarse allí dentro. Y se encuadra con una convicción firme, cayendo en todos los lugares comunes habidos y por haber.
El largometraje de la realizadora Jessie Nelson (la misma de Mi nombre es Sam) es un relato coral que campea en derredor de la familia comandada por el matrimonio interpretado por John Goodman y Diane Keaton. Casados hace más de media vida, las cosas no andan del todo bien para ellos y planean divorciarse después de las fiestas. También están sus hijos (Olivia Wilde y Ed Helms: ella, soltera contra su voluntad y él, recientemente divorciado y desocupado), la hermana del personaje de Keaton (Maria Tomei) y el padre de ambas (Alan Arkin), secretamente enamorado de una joven camarera (Amanda Seyfried).
Navidad con los Cooper muestra los sucesos de todos ellos en la previa a la cena de Nochebuena. Cena que incluirá, claro está, una cantidad notable de pases de facturas, reproches y varias verdades reveladas después de años de silencio. Sin demasiado más que ofrecer, el resultado apenas se sostiene por la enorme potencia actoral de su elenco, pero cae por el propio peso de la forma burda con la cual enaltece los valores de la unión y la familia.