Emotiva comedia dramática con gran protagónico de Bruce Dern
Alexander Payne es el autor de "Las confesiones del señor Schmidt", "Entre copas" y "Los descendientes", tres buenas comedias dramáticas de guiones muy cuidados y brillante elenco, sobre las inquietudes de gente común en conflictos familiares y personales algo fuera de lo común. Hizo otras cosas, pero esas tres son las mejores. Ahora suma una cuarta, de similares características y algunos toques distintos, dolorosa, tierna, despojada: "Nebraska".
Nebraska es un Estado del Medio Oeste. Grandes campos, larga carretera, pueblos chicos con habitantes de ilusiones chicas y mentes reducidas. El es de ahí, aunque hijo de inmigrantes. Conoce el paño. Dakota del Sur es más o menos igual. El guionista Bob Nelson es de ahí. Parte de Montana también es más o menos igual. Desde Montana sale un día un viejo percudido por la edad, el trago y los fracasos. Está decidido a hacer 1.450 kilómetros cruzando las Grandes Llanuras con tal de cobrar un supuesto premio que lo sacará de pobre. Sólo él cree en ese premio. Quizá gane algo mejor: el mayor cariño de uno de sus hijos, un poquito de dignidad, y un desquite personal frente a los vecinos de mala entraña.
Ese es el cuento, tan sencillo y con momentos tan hondos en su sencillez, y descansos tan graciosos en pleno relato, que sólo cabe acompañar sin más las andanzas, desgracias y malicias de sus personajes, y descubrir las sorpresas y enseñanzas que nos reserva el camino. Protagonista, en el rol de anciano que ha ido perdiendo las neuronas, Bruce Dern, 76 años al momento del rodaje, ese mismo Bruce Dern que en su juventud, con dientes de rata y mirada de loco, fue el malo preferido de "El clan Barker", "Trama macabra", "Los cowboys", donde asustaba a los niños y mataba al abuelo, "Regreso sin gloria", "Justicieros del Oeste", "Driver" (la versión buena). Ahora lo vemos como un pobre viejo infeliz, pero es un pedazo de historia, y un actor de los mejores. Ganó en Cannes con este personaje, y está entre los candidatos al Oscar.
Robándole escenas en el papel de esposa gruñona y lengua larga, June Squibb, 74, candidata como actriz de reparto. Regocijante, su visita guiada al cementerio para hablar mal de los muertos. De apoyo, Will Forte, Bob Odenkirk, Stacy Keach, buena lista. Fotografía, Phedon Papamichael, que estuvo en las últimas de Payne y acá ilumina en hermoso blanco y negro, para redoblar la sencillez de la historia, y también para asimilarse un poco a Preston Sturges y Peter Bogdanovich, autores de recordadas historias sobre la América Profunda. El fotógrafo también va al Oscar, dicho sea de paso. Y el libretista, el director, y la película, por supuesto. Productores, Albert Berger y Ron Yerxa ("Pequeña Miss Sunshine").