Necrofobia

Crítica de Lucas De Caro - Toma 5

RECURSO TRAS RECURSO

Muchas cosas nos dan miedo, nos asustan y no nos dejan salir de determinada situación para ser libres. Algunos no pueden quedar encerrados en un ascensor, otros le temen a la oscuridad y varios le tienen espanto a la cara de sus jefes cuando no tienen lo que les pidió en horario. Algunos en menor medida, otro en mayor, pero siempre uno quiere estar alejado de estas situaciones.
Básicamente, “Necrofobia” es una película que habla de un tipo que le tiene miedo a los muertos y vive un episodio trágico. Luis Machín interpreta a Dante, un sastre que termina viviendo solo por el fallecimiento de su gemelo. Es un hombre mayor, similar a un señor lesbiana, que habita en su espacioso lugar de trabajo. Solo en un lugar gigante, guiño a Charles Kane. En ningún planeta Julieta Cardinali podría haberle dado bola a un tipo como este, solo en este mundo creado por Daniel de la Vega.
El filme gira en torno a un sinfín de recursos técnicos, amontonados todo ellos en apenas 78 minutos, que es lo que dura el filme. La utilización del 3D la considero totalmente errónea ya que se ponen en éste elementos o personas sobre relieve sin motivo alguno, más que para generar la sensación de una tercera dimensión. De poco ayuda. Es una pena que no se haya podido explotar esta herramienta, podría llegar a ser un arma vital para jugar con la atención del espectador.
Lo mejorcito es, sin dudas, el manejo de cámaras, que no le hace caso al eje en ningún aspecto y hace que los planos aparezcan desde cualquier ángulo y a diferentes distancias constantemente. Velocidad en ellos hacen crecer la buscada confusión. Gracias a una buena fotografía, la resolución en cuadros parece haber quedado en óptimas condiciones.
Ahora bien, sin duda, el problema mayor que surge es en la historia principalmente por culpa de los recursos narrativos y elementos seleccionados para contarla. Tenemos muertos, entonces tenemos un cementerio, tenemos sangre, tenemos asesinatos, tenemos elementos filosos y tenemos relojes que se paran siempre a la misma hora, ¡oh, qué novedoso! Lo mismo pasa con el desorden de los tiempos y la psicología del protagonista, todo visto y bastante azaroso. Supongamos que metemos a Lynch, Anthony Hipkons, “El origen” y “Memento” en una licuadora de $20, y sale de ahí una película. ¿Qué obtenemos? Una de terror interpretada por Luis Machín y Raul Taibo, y se estrena en el cine.
En síntesis, es una película de terror más que correcta, que genera más confusión que miedo. Una gran apuesta que no garantiza el retorno de la inversión. El 3D, bastante al pedo. Aún así, por animarse y ser el primero del género en usarlo, podemos dejársela pasar a De la Vega.