Rápidos y heroicos
Need for Speed es un popular videojuego de carreras callejeras y esta adaptación de DreamWorks resulta fiel, con la justa sintonía para volver las picadas aptas para todo público. Tobey Marshall (Aaron Paul) es el gran campeón del circuito De León; tras la muerte de su padre, su taller mecánico acumula deudas y, para saldarlas, deberá aceptar retos diversos de su rival Dino Brewster (Dominic Cooper). Primero Dino, un ex corredor de Nascar, ofrece a Tobey un cuarto del valor de un Ford Mustang por dejarlo a nuevo; luego sube la oferta a cambio de una carrera mortal, que acaba con Tobey en la cárcel. Dos años después, Marshall rompe su libertad condicional y atraviesa el país de costa a costa para derrotar a Brewster en De León. Con todos los condimentos de un film de heroísmo, acción y romance, pese a personajes y diálogos genéricos, Need for Speed consigue entretener gracias a escenas bien resueltas y un manejo efectivo, casi discreto, de los efectos especiales. Un strip tease de oficina, picadas en el Golden Gate y la caza del Mustang en el Cañón del Colorado justifican a esta nueva aventura de DreamWorks.