Basada en una celebérrima serie de videojuegos, esto es una carrera de autos a través de los EE.UU., pura ruta y adrenalina. No es, claro, lo que solía hacer el gran Monte Hellman (Two-Lane Blacktop sería su obra maestra) y todo es más fashion y más “ya existió Rápido y furioso”. Y si no es una gran performance actoral, al menos es veloz y ligera, con buenas demostraciones de manejo. A veces el cine puede ser solo eso y funcionar.