El romance menos pensado
¿Extraño? Puede ser. ¿Necesario? Creo que no, pero eso si… una decisión muy intrigante. Ni en tus sueños es una película dirigida por Jonathan Levine, más conocido por haber hecho 50/50 protagonizada por Joseph Gordon Levitt, una película que obtuvo una gran aceptación de la crítica en general. Ahora nos trae una nueva película protagonizada por Charlize Theron y Seth Rogen.
La historia sigue a Charlotte Field (Theron), la secretaria de estado de EE.UU. que decide, al enterarse que el actual presidente no buscaría una reelección, lanzar su candidatura para la presidencia. Luego conoceremos a Fred Flarsky (Rogen), un periodista que renuncia al diario en el que trabajaba al enterarse que una corporación capitalista acababa de adueñarse de la pequeña e independiente redacción. En una fiesta ambos personajes se ven, y nos enteramos que Charlotte había sido el amor de la infancia de Fred. Ambos conversan y al saber de la situación de desempleo de Fred, Charlotte decide contratarlo para que le escriba discursos políticos graciosos para su próxima campaña para la presidencia.
Sin dudas lo que más sorprendió de esta película fue el cast. La decisión de poner a Theron y a Rogen, para que protagonicen un proyecto con tintes románticos tan fuertes, fue muy jugado, ya que aunque se trata en esencia de una comedia (y ambos habían hecho trabajos de ese tipo, en especial Rogen) nunca habían incursionado verdaderamente en el romance. Uno tiene en la mente a la actriz australiana en papeles más serios o de acción y a Seth en sus clásicos papeles humorísticos haciendo referencias a las drogas.
Con el correr de los minutos lo que al principio podíamos suponer como una situación forzada e impensada, se va convirtiendo en otra cosa. La película logra llevar, gracias a una narración muy fluida y vertiginosa, a buenas puertos de comedia y de romance. Y lo más importante, se da la esperada química entre la dupla actoral protagonista.
Obviamente las situaciones clásicas de Rogen están, estoy hablando de la apología a la marihuana y los chistes negros. Pero lo dejan como un ingrediente al que es imposible escaparle cuando vemos una película del actor. Utilizaron esa cuota humorística para demostrar que aunque es algo innato de él, igualmente se puede tratar de crear una atmósfera romántica.
Una de las cuestiones a destacar es el uso de la música. Aunque es cierto que en los últimos tiempos hubo una sobreexplotación de la temática de los 80s, aquí vemos una reivindicación de la época con clásicos que no se han usado tanto y que ayudaron a crear el clímax de romance ideal.
Ni en tus sueños es una película cliché del género que no traerá nada nuevo a la lista de cientas de esta categoría pero que te dará un buen momento en el cine y seguramente te sacará algunas carcajadas. Más no se le puede pedir a este tipo de propuesta.
Una película con una historia muy cliché pero que gracias a una dupla actoral impensada para el género, logrará un efecto sorpresa positivo en el espectador.