El director de Todo por ella, 50/50, Mi novio es un zombie, The Night Before y Snatched vuelve a trabajar con Seth Rogen en esta comedia romántica clásica y moderna a la vez en la que también tiene un lugar central Charlize Theron como una política con aspiraciones presidenciales. El resultado es bastante atractivo en los distintos registros humorísticos en los que incursiona.
La Nueva Comedia Americana se resiste a morir. Con varios de sus principales referentes refugiados en el universo del streaming y las series, Seth Rogen es uno de los pocos al que cada tanto se lo ve en la cartelera comercial. El protagonista de Ligeramente embarazada encarna a su típico personaje de gordito bonachón y querible en esta comedia romántica centrada en una relación amorosa por momentos hilarante, siempre improbable.
Rogen es Fred Flarsky, un periodista de un medio digital que acaba de ser comprado por un magnate que se codea en las altas esferas del poder, incluido el Presidente (Bob “Saul Goodman” Odenkirk). Su Secretaria de Estado es Charlotte Field (Charlize Theron), cuyos aires juveniles y modernistas la convierten en firme candidata para suceder al jefe, quien piensa muy seriamente en dejar la carrera política para volver a la actuación (¿alguien dijo Donald Trump?).
Ambos coincidirán en una fiesta, pero no es la primera vez que se cruzan: años atrás, ella fue niñera de él. Charla va, charla viene, Fred terminará trabajado como escritor de discursos de Charlotte, iniciando así una relación que rápidamente trascenderá lo estrictamente profesional. El problema es que si el poder ya de por sí es un terreno difícil para una mujer, lo es aún más para una con una pareja fumona y una amplia cantidad de antecedentes para manchar la futura candidatura.
Como en 50/50, el director Jonathan Levine balancea componentes diversos (la sátira sobre el poder, los apuntes sobre los medios y las cuestiones de género) con sabiduría e ingenio, y la da un baño de contemporaneidad a los códigos de la comedia romántica clásica poniendo en el centro de la acción a una mujer fuerte y mucho más inteligente que su partenaire masculino.
Contemporánea es también la apelación a un amplio registro humorístico que va desde la guarrada más explícita hasta la incorrección política más cáustica, pasando por algunas situaciones que demuestran que los golpes siguen siendo un arma inoxidable para la comedia.